Nacida en la capital de España en 1966 su vínculo con la música estuvo muy presente desde la infancia, puesto que sus progenitores, el pianista Félix Lavilla y la soprano Teresa Berganza, han sido artistas de reconocido prestigio. Cecilia Lavilla curso estudios de danza y arte dramático en Francia y EEUU. Su carrera profesional comenzó en 1996 en Soria en un concierto en el Palacio de la Audiencia de Soria donde actuó junto a su madre. Una fecha que marcó el inicio de una trayectoria que en estas dos décadas ha realizado multitud de conciertos tanto en España como en el extranjero Ilusionada por la posibilidad de volver a cantar con el Orfeón Donostiarra y con su amigo, el barítono Luis Santana. Así se muestra Cecilia Lavilla Berganza de cara al recital que ofrecerá el próximo sábado en la ciudad con dicha agrupación coral.

-Actúa el próximo fin de semana en Toro junto al Orfeón Donostiarra dentro del programa cultural de las Edades del Hombre. ¿Qué supone para usted actuar de nuevo con esta agrupación?

-Es una gran ilusión y un honor volver a trabajar con el Orfeón Donostiarra, cantar el Réquiem de Brahms, hacerlo junto a Luis Santana así como estar presente en esta celebración con motivo de las Edades del Hombre y en Toro.

-¿En qué difiere actuar junto a una agrupación coral, aunque sea como solista, a hacerlo en solitario?

-Cuando hacemos música, estemos los que estemos, disfrutamos de escucharnos, de hacer esa música, de estar todos juntos y de sacar adelante los proyectos con dedicación y mucha emoción.

-Un concierto cuya composición a interpretar es el Réquiem de Brahms. ¿Qué significa para usted como artista esta creación musical?

-Para mí es un honor ya que es la primera vez que la voy a cantar en público. El aria que interpreto yo me parece maravillosa pero además tengo la fortuna de escuchar el resto del concierto disfrutándolo y me parece una obra fantástica, de un nivel impresionante, que además es muy emocionante.

-También actuará el barítono zamorano Luis Santana, con quien ha compartido escenario en diversas ocasiones. ¿Es especial volver a vivir esta experiencia en la tierra de Santana?

-Sí. Con Luis he hecho mucha música de cámara, dúos y hemos tenido que trabajar mucho juntos y tenemos una relación muy especial de trabajo y personal ya que es una persona dedicada a sacar adelante la música. Zamora me apasiona, la he visitado con él y otras por mi cuenta y estoy muy feliz de estar en este evento. Se juntan muchas cosas buenas.

-¿Conoce la ciudad de Toro?

-He estado pero no la conozco bien realmente. Ahora tengo la oportunidad y espero encontrar un hueco entre los ensayos para ver las Edades del Hombre.

-Hija de artistas, ¿estar tan cerca de la música despertó en usted un temprano interés por la misma?

-Realmente empecé a cantar mucho más tarde. Me forme en la música, el baile y el teatro muy joven y cuando fui más mayor decidí cantar quizá por esa responsabilidad de tener cerca músicos tan grandes y maravillosos así como de tener la cabeza mejor amueblada para poder hacerlo.

-¿Cuáles son sus recuerdos de la infancia ligados a la música?

Han estado siempre presentes. Cuando era niña, en casa el piano sonaba continuamente y es algo que me da mucha tranquilidad y además, escucharlo me hace sentir en casa. También, por el hecho de que he viajado muchísimo con ellos, sobre todo con mi madre, y he vivido desde muy pequeña todo lo que ha rodeado sus carreras.

-Una carrera musical donde se formó al amparo de las lecciones de artistas como Isabel Penagos, Manuel Cid así como sus padres. ¿Es más fácil dedicarse a la música en un entorno que vive está a diario?

-Llevamos puestos muchos conocimientos por que se ha vivido gran parte de lo que supone ya no sólo la música como tal, sino todo lo que hay alrededor de ella y algo llevamos ya ganado. Siempre es una base ya adquirida.

-¿En qué momento decide seguir los pasos de sus progenitores?

-Cuando yo acabo una carrera (decoración y diseño) y ya tengo mi trabajo, decido que si sale bien sigo para adelante y si no tengo unos estudios para poder continuar profesionalmente.

-Debuta como cantante en 1996 en Soria junto a su madre, Teresa Berganza. ¿Cuál fue su sensación al actuar junto a su progenitora en su primer concierto?

-Una gran responsabilidad, por supuesto, aunque también una ayuda el que fuese ella ya que su apoyo y el sentirme allí con mi madre hizo más fácil esa gran responsabilidad que podía suponer para mí.

-¿Es difícil ser la hija de Teresa Berganza desde el punto de vista artístico?

-Para mí pesa mucho más lo positivo. Por supuesto tiene su parte negativa como es el hecho de que siempre nos intentan comparar queriendo que seamos iguales pero, yo pienso que en la balanza, lo positivo, el aprendizaje, la experiencia y poder trabajar con ella es más beneficioso que la parte negativa que es más para los demás.

-Cecilia Lavilla ha contado en muchas ocasiones con la presencia de su madre en sus conciertos. ¿Cómo fue esa primera vez?

-Como la he tenido en tantos no me doy cuenta de la primera vez. La verdad es que ella siempre que puede viene a los conciertos y se pone en primera fila. Con una mirada de mi madre se cómo esta y a mi puede serme muy útil una simple mirada o respiración. Para mí es un gusto tenerla allí.