No pierde la sonrisa aunque es consciente de la gran responsabilidad que conlleva ocupar el cargo de presidente del Consejo Regulador. En los próximos años, Felipe Nalda Álvarez, espera materializar importantes proyectos como incrementar las ventas o la creación de una Ruta del Vino de Toro.

-Su primera acción como nuevo presidente del Consejo Regulador ha sido plantear de nuevo la cesión del centro de formación agrícola para que pueda ser utilizado como sede de la Denominación de Origen, ¿el inmueble se adapta a las necesidades de la entidad?

-Después de tomar posesión del cargo y junto a algún vocal de la nueva directiva he visitado las instalaciones del centro de capacitación de la Junta de Castilla y León. En la visita, las instalaciones nos han sorprendido porque son amplias y con muchas posibilidades a la hora de dotarlas de funcionalidad. En el centro de la Junta de Castilla y León están muy bien delimitados los almacenes o las aulas y hemos alcanzado un acuerdo para seguir impartiendo cursos de formación.

-El siguiente paso será la celebración del primer pleno del mandato convocado para la próxima semana, ¿qué asuntos se abordarán en esta sesión?

-En esta sesión se van a tratar muchos temas. En estos pocos días y, a pesar del trabajo propio de elaboración de vino, desde que tomé posesión del cargo me ha dado tiempo a revisar muchas cosas. En principio, he podido comprobar que el funcionamiento del Consejo Regulador está claro, así como sus cuentas y los balances. A partir de ahora hay que intentar ejecutar compromisos adquiridos de cara a recibir subvenciones. Hablo de promoción, capítulo al que, al final, se va prácticamente todo el presupuesto del Consejo Regulador y en este sentido va a haber continuidad sobre lo que ya está proyectado.

-¿Va a conferir continuidad a la línea de promoción seguida hasta ahora?

-En el presupuesto queda alguna partida por determinar y mi intención es celebrar reuniones o desayunos de trabajo en los que puedan participar profesionales de las bodegas del sector de la exportación, la promoción o la comunicación para tratar de recabar sus ideas y decidir si se organizan actos promocionales en el exterior o misiones inversas aquí o si simplemente esas partidas se destinan a publicidad. Mi idea es dejar hablar a todo el mundo aunque el pleno será el que tome la decisión final. Vamos a intentar que el presupuesto que, por desgracia no es tan grande, pueda ser más efectivo que hasta la fecha.

-¿Cómo pretende conseguir la participación de todos los sectores cuando las bodegas ostentan la mayoría de vocalías en el pleno del Consejo Regulador?

- Para algunos es el fin y para otros el comienzo. Al viticultor nunca lo voy a dejar de lado porque procedo de una familia viticultora, he vendimiado cuando era más joven y creo que el pilar indispensable para una Denominación de Origen, una bodega o una marca es la uva. Para mí es agónico ver a un viticultor que va agotado a una bodega con sus incertidumbres sobre si podrá acabar la vendimia o si la bodega cogerá toda su producción. En esta nueva etapa quiero que todo esté compensado, no quiero perjudicar a nadie.

-Una campaña de vendimia más una de las principales preocupaciones de los viticultores es el bajo precio de la uva, ¿el Consejo Regulador puede intervenir para revertir esta situación?

-Cuando me han preguntado qué podemos hacer desde el Consejo Regulador para resolver el problema del precio de la uva siempre he reconocido que, en este momento, no hay nada que yo pueda hacer. Dentro de los próximos años si persiste la situación tendré mucha culpa y entonces tendré que renunciar al cargo y delegar en una persona que sea capaz de aumentar las ventas, que son las que realmente pueden hacer que nuestra uva adquiera un valor añadido, que haya mayor competitividad en los precios y que las bodegas estén más interesadas en su compra.

-Otro problema para el que el sector reclama una solución es el desfase entre la producción de uva y la de litros de vino.

-Con los pies en la tierra mi meta para la Denominación de Origen es, en los próximos años, incrementar de forma considerable las ventas. Para un político es fácil decir esto, pero esta es mi meta como empresario y como presidente de la Denominación de Origen Toro. La verdad es que no tenemos herramientas suficientes para alcanzar ese porcentaje con las bodegas que hay ahora mismo. Lo que no debemos hacer es echarnos las culpas unos a otros y las voces críticas lo que tienen que hacer es apostar por la zona, por sus gentes, sus viñas y convertirse en los mejores embajadores de la Denominación de Origen Toro. Creo que ha llegado el momento de no esperar a que esto cambie sino que, entre todos, lo hagamos posible con un esfuerzo humano y no tanto económico.

-Tras su elección como presidente anunció que impulsaría una modificación del reglamento de la Denominación de Origen, ¿los cambios previstos contemplan una variación de los límites de producción de uva por hectárea?

-Personalmente creo que el reglamento es antiguo y no guarda consonancia con la normativa europea o con las de otras Denominaciones de Origen. Sobre la controversia de los kilos, que es la que más le gusta a todo el mundo, hay que tener en cuenta que, por ejemplo este año, vamos a tener un excedente muy importante de kilos, mientras que algunas bodegas quieren obtener un máximo rendimiento. Hay que estudiar esta posibilidad y ya tenemos informes técnicos favorables que se solicitaron en su día para ver si la mayor producción podía reducir la calidad de la uva. Estos informes avalan que no perjudicaría la calidad del vino de Toro.

-Otra de las peticiones que ya han planteado varias bodegas es ampliar el cupo de variedades de uva autorizadas para la elaboración de vinos amparados por la Denominación de Origen, ¿se va a contemplar esta solicitud?

-En los desayunos de trabajo de los que hablaba anteriormente podemos estudiar por qué no elaborar un monovarietal de garnacha, un vino dulce de malvasía o un moscatel. Son variedades que desde hace muchos años se cultivan en el territorio de la Denominación de Origen, en las fincas y en las josas y creo que no se deberían marginar.

-Este año se ha realizado un importante esfuerzo para potenciar el enoturismo pero sigue pendiente la creación de una Ruta del Vino de Toro, ¿el Consejo Regulador va a retomar este proyecto?

-Tenemos que ver el poso que dejan Las Edades del Hombre y ahora que entran en su recta final, creo que es el momento de contactar rápidamente con otras instituciones como el Ayuntamiento o la consejería de Turismo para ver si podemos aprovechar de alguna manera el boom de la exposición y no perder la cuerda. Tenemos que aprovechar el momento y, entre todos, aunar esfuerzos para crear una Ruta del Vino de Toro.