El Ayuntamiento ha denunciado públicamente los daños ocasionados, por robos y actos vandálicos, en los focos de iluminación nocturna instalados junto al Alcázar que, con motivo de la celebración en Toro de Las Edades del Hombre, ha sido reconvertido en centro de recepción de visitantes. La concejala de Obras y Urbanismo, Ruth Martín, explicó que, en los últimos días, ha desaparecido uno de los seis focos instalados en las inmediaciones del monumento y que, según la investigación iniciada por la Policía Local, podría haber sido robado. Además, se baraja la posibilidad de que los autores de la sustracción actuaran con "herramientas precisas" para poder retirar el sistema de protección antivandálico y, posteriormente, extraer el foco.

Recordó la concejala socialista que este robo no es el primer incidente que se registra en la zona ya que, horas antes de la inauguración del Alcázar, tras su remodelación como centro de recepción de visitantes, los vándalos rompieron uno de los seis focos. En este punto, Martín destacó el elevado coste de este sistema de iluminación que, además, ha sido reforzado con un sistema de protección, por lo que su reposición supondrá una importante inversión que, como puntualizó, "nos cuesta a todos los toresanos". Ante esta situación, el Ayuntamiento se está planteando la posibilidad de instalar cámaras de seguridad en el entorno del Alcázar para tratar de evitar más daños en el sistema de iluminación o en el propio monumento, en el que se ha realizado una importante inversión para convertirlo en centro de recepción de visitantes.

Al margen de los daños causados en esta zona, Martín destacó que, recientemente, los vándalos también han roto dos focos que iluminan el parque del mirador del Canto y que tendrán que ser reparados. Asimismo, recordó que, en las últimas semanas, los vándalos han actuado en los murales instalados en diferentes calles de la ciudad y creados en el marco del proyecto "Toro Arte Urbano". En algunas de estas obras, realizadas por pintores locales, los vándalos han arrojado bebida e incluso, un joven fue sorprendido orinando uno de los murales. A estos daños, hay que sumar los ocasionados en los últimos meses en contenedores que el Ayuntamiento ha tenido que reponer, con el consiguiente gasto para las arcas municipales.