Durante la noche del pasado viernes la ciudad de Toro celebró la "Gran Noche Flamenca" con el concierto que tuvo lugar en el patio de la cafetería bar San Francisco. Un espectáculo musical, de más de cuatro horas de duración, que congregó a cerca de un millar de personas que disfrutaron de un variado repertorio que corrió a cargo de algunas de las voces más prestigiosas del mundo del cante a nivel nacional.

De esta forma, artistas de la talla de Miguel de Tena, ganador de la Lámpara Minera año 2006 del concurso Internacional de la Unión (Murcia), Manuel Cástulo, ganador del concurso nacional de Córdoba año 2013 y Rocío Segura, ganadora de la Lámpara Minera año 2000 del concurso Nacional de La Unión (Murcia) tomaron partida en dicho evento. Unos maestros de la canción que estuvieron acompañados al toque por los artistas Paco Cortés y Antonio Carrión.

Maestría

El recital comenzó con la actuación de la cantaora Rocío Segura quien inició la velada por tientos, su especialidad, para continuar con unas seguidillas y finalizar por "Alegrías de Cádiz" lo que entusiasmo a un público que cerro su participación con una cerrada ovación. Un recital donde la artista almeriense mostró una vez más el manejo de las cuerdas de su voz para el cante flamenco en toda su extensión. Tras ella fue el turno de Manuel Cástulo, un cantaor de los pocos que quedan en el cante jondo y discípulo de la escuela del gran Antonio Mairena, que empezó su actuación por fandangos y varios cantes de su estilo finalizando su participación con una seguidilla personal propia que hizo las delicias de un público entregado.

El último turno de la noche flamenca fue para Miguel de Tena quien encandiló a los espectadores con la seguidilla con la que comenzó y que continuó con el fandango de Huelva y el cante personalizado y procedente del levante español con el que terminó su participación.

Un concierto donde no menos brillante fue la participación al toque de Antonio Carrión, para muchos entendidos uno de los mejores guitarrista del momento, quien destacó una vez más como acompañante del cante clásico. También destaca fue la participación de Paco Cortés con su toque clásico, su sentido del compás y su personalidad especial en el acompañamiento de los cantes libres.

Para finalizar, los participantes, que actuaron hasta altas horas de la madrugada, despidieron la velada cantando conjuntamente por alegrías. Un espectáculo donde la agradable temperatura de la noche toresana, la entrega y el calor que sintieron los artistas de un público entregado derivo en que tras la conclusión del mismo muchos espectadores permanecieran en sus asientos perplejos y con ganas de más espectáculo. Un evento que para muchos asistentes fue uno de los mejores recitales de flamenco visto en años en la ciudad.