Ni la lluvia impidió ayer a los toresanos divertirse con una entretenida suelta de vaquillas en la que, una vez más, demostraron su afición por los festejos taurinos. Faltaban pocos minutos para las 20.00 horas cuando efectivos de la Policía Local y responsables municipales comprobaron la correcta sujeción del vallado instalado a lo largo de todo el recorrido para evitar incidentes y al que se encaramaron los aficionados para seguir de cerca el festejo. Desde los corrales de la plaza de toros se soltaron cinco vaquillas, de las que la primera tuvo serias dificultades para completar el recorrido porque el asfalto estaba mojado como consecuencia de la ligera lluvia que cayó en Toro pocos minutos antes del inicio del festejo.

Dos de los animales, completaron el recorrido a gran velocidad y fueron pocos los que siguieron su ritmo, mientras que otras dos hicieron vibrar a los aficionados con continuas carreras por la Rúa de Santa Catalina, Rejadorada y plaza de San Francisco. Algunos toresanos siguieron el festejo desde ventanas y balcones y otros desde las escaleras de entrada al antiguo patio del colegio Hospital de la Cruz, espacio al que dos de las vaquillas accedieron, provocando que los aficionados tuvieran que abandonar con celeridad el lugar. El festejo transcurrió sin incidentes y divirtió a los aficionados.