La concejalía de Obras y Urbanismo remitirá, en breve, órdenes de ejecución a aquellos vecinos que no han atendido los requerimientos del Ayuntamiento, por los que les instaba a que acometieran las obras necesarias para el mantenimiento de edificios que presentan deficiencias en cuanto al estado de conservación de sus fachadas o porque provocan un impacto visual negativo. Así lo ha confirmado la concejala del área, Ruth Martín, quien reconoció que la decisión de remitir estas órdenes de ejecución responde a que algunos vecinos no han atendido los requerimientos para el arreglo de sus propiedades y, en principio, se enviarán a los dueños de los inmuebles que presentan un mayor riesgo por posibles desprendimientos.

Matizó Martín que, "no me preocupan tanto aquellas que no corren peligro", pero si se prestará especial atención a edificios que presentan un notable deterioro y que pueden suponer un riesgo para los viandantes por posibles desprendimientos. En este punto, la concejala socialista puso como ejemplo varios inmuebles situados en la calle Perezal, cuyo deterioro es notable, mientras que otras edificaciones situadas en la calle Corredera no preocupan tanto desde el punto de vista técnico, pero sí "a nivel estético", ya que el impacto en el entorno es negativo. En principio, la pretensión de la concejalía de Obras y Urbanismo es esperar a que el Ayuntamiento cuente con un nuevo secretario, funcionario que deberá establecer los protocolos a seguir, una vez recibida la documentación, para remitir estas órdenes de ejecución de obras en edificios con fachadas deterioradas y que suponen un riesgo.

En los requerimientos de actuación enviados por el Ayuntamiento se recordará a los propietarios de inmuebles que presentan deficiencias en cuanto a su conservación que están obligados, como determinan distintas leyes, a mantenerles en condiciones adecuadas de seguridad, salubridad, ornato público y habitabilidad, aunque también deben realizar los trabajos necesarios para conservar y reponer dichas condiciones. En el caso de que, tras conceder un tiempo prudencial para que se ejecuten las reformas necesarias los propietarios no atiendan los nuevos requerimientos, el Ayuntamiento dictará una orden de ejecución e incluso se plantea la posibilidad de acometer estas mejoras de forma subsidiaria.