Los espectadores que se dieron cita durante la tarde-noche del pasado viernes en el coso taurino de la ciudad se trasladaron al siglo XIX con motivo de la celebración de la Gran Noche de la Zarzuela, un espectáculo cultural englobado en el programa cultural organizado por el Ayuntamiento de Toro con motivo de las Edades del Hombre.

La puesta en escena de dicho evento fue realizada Hispalírica Producciones a través de dos de los más afamados títulos de este género teatral y musical español por excelencia, como son "La Gran Vía" y "Agua, azucarillos y aguardiente".

Una zarzuela, "La Gran Vía", que es una obra creada por el maestro Chueca y Joaquín Valverde en un acto y cinco cuadros y que fue estrenada en el Teatro Felipe de Madrid en 1886. El libreto de esta pieza artística fue realizado por el gran autor festivo de la época, Felipe Pérez y González, literato cuyas cualidades se perciben a través de su habilidad para mostrar la sátira de la actualidad del momento mediante una gran cantidad de situaciones y momentos cómicos que surten gran efecto en el espectador. Esta representación rápidamente alcanzó fama entre el público y en la que, debido a que era una revista de actualidades, tuvieron que modificarse diversos pasajes para modernizarse apareciendo dentro de la misma nuevos cuadros como "El bazar de los juguetes" o "En la calle Alcalá".

Por otra parte, la obra "Agua, azucarillos y aguardiente" compuesta por un sólo acto con música de Federico Chueca y libreto del zamorano Miguel Ramos Carrión, al cual denomino "pasillo veraniego" y que estructuró en dos cuadros. Una zarzuela en la que la trama del primero de dichos cuadros se desarrolla en un piso madrileño y el segundo en los jardines o paseo de Recoletos de la capital de España. Dicha creación artística fue estrenada en el madrileño Teatro Apolo en 1897, ambientada en el Madrid de finales del siglo XIX. Esta representación contiene además la presencia de diversos estilos musicales como el vals, el pasacalle, la jota o las seguidillas en una función donde los protagonistas son un fiel retrato de la sociedad de la época, mostrando las costumbres y situaciones cotidianas en la ciudad de Madrid.

En definitiva, un espectáculo de gran calidad artística donde Hispalírica Producciones, a través de una cuidada puesta en escena, orquesta en directo y destacados intérpretes, permitió a los toresanos recibir el mes de julio reafirmado la gran afición existente en la ciudad por la música.