La contratación de remolacha se reducirá este año en torno a las 800 hectáreas en la fábrica de Toro debido al temporal de lluvias acaecido en los últimos meses y que impidió que se pudieran completar los trabajos de siembra. Un descenso que en el caso de Toro y de Zamora, cuyas labores se realizaron principalmente en los meses de marzo y abril, no ha tenido una gran relevancia aunque este descenso en el número de hectáreas se produciría principalmente en la producción que percibe la fábrica toresana de otras provincias de la región.

Unas condiciones climatológicas adversas que sí han sido determinantes en lugares como Palencia, Ávila, Salamanca y, sobre todo, León que ha propiciado que la contratación de remolacha haya descendido en torno a 2.000 hectáreas menos en toda Castilla y León. Una finalización de los trabajos que en el caso de León alrededor de 3.000 hectáreas de las 5.000 que siembra para la campaña se ha producido en el final del mes de mayo y el comienzo del mes de junio. Una producción sembrada más tarde de la que habrá que esperar si su evolución es correcta en los próximos meses.

En cuanto a la remolacha que se sembró en época, meses de marzo y abril, la planta se está desarrollando bien a pesar de la climatología de frío y agua que aconteció en el inicio del ciclo evolutivo. U temporal que varió durante el final del mes de abril y todo el mes de mayo con el aumento de las temperaturas que permitió a la planta recuperar el retraso inicial encontrarse actualmente como afirma Fernando García, responsable del sector remolachero de Coag, "casi a la altura del año pasado". Un desarrollo que no se ha visto afectado por el momento de enfermedades ni plagas aunque aún es pronto para determinar si esta será la situación sanitaria de la planta durante los próximos meses.

Una campaña que como valora García "en principio transcurrirá con normalidad. Cuando se anuncie la apertura se negociará con la industria la recepción, los cupos de entrega o los portes". Circunstancia que, como afirmó el responsable del sector remolachero de Coag "la industria nos ha dado la razón de que la media de pago debe ser equivalente a las ofertas que tiene y así lo hemos acordado para las próximas campañas".

La oscilación de precios entre lo percibido por los transportistas y los productores que llevan personalmente la cosecha fue uno de los principales puntos discordantes entre la industria y los productores durante la pasada campaña. Una variación económica que se situaba entre los cincuenta céntimos y un euro menos por tonelada que percibía el cultivador y que afecta a los agricultores que se encontraban en un radio de cincuenta kilómetros desde estos terrenos hasta la fábrica.

Dicha campaña será la última con el sistema de cuotas que se eliminará el próximo de septiembre de 2017 tras más de 50 años de existencia con el que también desaparecerán los precios mínimos garantizados y la limitación de las importaciones de azúcar. Normativas que en Toro no tendrán grandes consecuencias debido a que los remolacheros tienen acordado con la industria hasta el año 2020 los precios y la contratación de la remolacha.

En cuanto a las fechas para la recepción de la remolacha, Fernando García afirma que, "en el caso de Toro la apertura se podrá realizar en fechas cercanas al año pasado debido a que el problema de retraso de la siembra no ha sido tan determinante como en la zona de León".