Las bodegas de la Denominación de Origen Toro han sabido adaptarse a las exigencias del turista enológico que, al elegir su destino, pretende disfrutar de una experiencia diferente. Así, a las tradicionales visitas guiadas por las instalaciones y a las catas de vino, las industrias vinícolas han añadido actividades que abarcan otros ámbitos como la cultura, el patrimonio, el deporte, el medio ambiente o la gastronomía. Los visitantes que en los próximos meses elijan Toro como destino podrán disfrutar de visitas a bodegas históricas construidas hace siglos en las que podrán admirar sus lagares o las naves de envejecimiento de sus vinos. Otras industrias han apostado por iniciativas más novedosas como viajes en globo para admirar los viñedos y Toro desde el aire o un descenso en kayak. La gastronomía también está muy presente en la oferta de las bodegas y, aunque la gran mayoría ofrecen una degustación de vinos maridados con productos de la tierra, otras ofertan comidas y cenas en sus instalaciones. Los viñedos también están muy presentes en la oferta enoturística de la zona y muchas firmas organizan recorridos guiados por las parcelas cultivadas para que los participantes conozcan el mundo del vino desde la viña. La mayoría de las actividades organizadas por las bodegas de la zona están dirigidas a grupos y los precios varían en función de la oferta de cada una de ellas.