Con solemnidad y arropadas por familiares, amigos y vecinos, las religiosas del convento de Santa Sofía de Toro celebraron ayer la fiesta de San Norberto, fundador de la orden de canónigos regulares Norbertinos o Premostratenses. La iglesia del convento se quedó pequeña para acoger a la gran cantidad de personas que quisieron compartir con las hermanas la eucaristía en honor a San Norberto que fue oficiada por el toresano y Obispo de León, Julián López Martín. Una de las hermanas de la orden fue la encargada de dar la bienvenida a todas las personas que se congregaron en la iglesia y recordó que, durante este año, la comunidad conmemora el 700 aniversario de su estancia en el convento de Santa Sofía de Toro. Además se refirió a San Norberto y matizó que el valor del silencio, la reflexión y la nobleza "siguen siendo el legado de nuestro fundador".

Por su parte, el obispo de León recordó durante la homilía que San Norberto, después de haber experimentado la necesidad de "un cambio de mente y conducta" compartió sus bienes con los necesitados y dedicó su vida a ser "pregonero" de la fe católica, de la paz y la concordia. López Martín también destacó que San Norberto fue un "modelo de pastores" y que, durante su vida, se implicó activamente en la reforma de la Iglesia, a la vez que animó a la congregación de Las Sofías de Toro a mantener viva su vocación y, sobre todo, el "carisma" de la orden. Una vez finalizada la eucaristía, los grupos de bailes tradicionales "Tío Babú" y "Tierras Llanas de Toro y su alfoz" ofrecieron una actuación para todos los asistentes en uno de los patios del convento. Esta eucaristía forma parte de las actividades organizadas por el convento para conmemorar el 700 aniversario de su traslado al convento que desde entonces habitan las religiosas, un antiguo palacio cedido a la orden por María de Molina.