La designación de la ciudad como sede de la exposición Las Edades del Hombre y el proyecto Enotoro han provocado que las bodegas de la Denominación de Origen Toro apuesten por el turismo enológico como un nuevo nicho de negocio. Si en 2010 menos de la mitad de las 50 bodegas amparadas por el sello de calidad estaban preparadas para recibir a turistas ávidos por conocer sus instalaciones y probar sus vinos, seis años después, el 70% de las industrias vinícolas de Toro ofrecen diferentes y variadas experiencias a los visitantes. Así, de las 61 bodegas inscritas en la actualidad en el Consejo Regulador y que forman parte del proyecto Enotoro, 43 han decidido apostar de una manera decidida por el turismo enológico y, entre otras actividades, ofrecen catas de vino, visitas a viñedos, maridaje con otros productos de la tierra, conciertos, festivales o jornadas especiales de vendimia.

Las inversiones que las empresas debían asumir para acondicionar sus instalaciones y el escaso apoyo institucional eran los motivos principales por los que la mayoría de bodegas no explotaban el recurso del enoturismo. La tendencia ha cambiado y la colaboración entre la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Toro, que ha permitido poner en marcha el proyecto Enotoro, así como la mayor afluencia de visitantes que se espera durante este año en la ciudad para descubrir la exposición Aqva han motivado que las bodegas se lancen a invertir y a incrementar su volumen de trabajo para ofrecer una respuesta adecuada a los turistas que buscan descubrir la Denominación de Origen Toro en toda su extensión, desde el viñedo hasta el producto final, pasando por el proceso de elaboración.

En los últimos meses, las bodegas también se han percatado de la necesidad de contar con profesionales que se encarguen de guiar las visitas o dirigir las catas. Y es que, el turismo enológico ha evolucionado mucho en las últimas décadas, ya que, hace años, la oferta se basaba en una visita a la bodega donde el cliente podía probar los vinos acompañados de una tapa, mientras que en la actualidad los aficionados buscan disfrutar de una experiencia diferente. A esta corriente se ha sumado recientemente el Consejo Regulador con la apertura de un centro de promoción de la Denominación de Origen Toro, habilitado en la antigua bodega de la junta agropecuaria local.