La quinta edición de la feria del Vino ha superado con creces las expectativas de los organizadores. A falta de un balance definitivo de visitantes, solo con los 2.200 contabilizados el sábado se supera la cifra alcanzada el año pasado durante toda la feria. Así lo confirmaba ayer Amancio Moyano, presidente del Consejo Regulador de la D. Toro.

Con esas cifras provisionales se superan las perspectivas de tres mil personas que se habían manejado para esta V edición de la feria, que ya es la más visitada de su historia y con un récord de participación de bodegas. Moyano destacó el "tirón" de Las Edades, aunque también afirmó que es un certamen bastante conocido y los interesados ya se reservan en estas fechas para estar presentes en Toro.

Además Moyano apunta a la importancia de la feria para que se den a conocer las nuevas bodegas y las industrias más pequeñas. Otra consecuencia positiva de la feria, según el presidente de la DO, es que se demuestra que "ya es historia" el tópico del vino de Toro recio y pesado en favor de una elaboración más suave y de calidad.

Un balance que corroboran otros representantes del vino toresano. Santos Calvo, presidente de Covitoro, afirma que "hay una afluencia de público superior a la de otros años, la coincidencia con la celebración en la ciudad de las Edades del Hombre hace que haya mucha gente más con ganas de conocer las novedades que tenemos en el mercado y sorprendiéndose con lo que ven".

Visitantes que cada vez más conocen el vino de la DO Toro como asegura Felipe Nalda, director gerente de Bodegas Torreduero. "Cada vez la gente viene más documentada y con mayor conocimiento de nuestros vinos". La misma percepción es compartida por Beatriz Fernández, directora comercial de Bodegas Liberalia, quien afirma que "hay visitantes que viene sabiendo lo que buscan y personas que no conocían el vino de Toro y que acude cada año a la feria descubriendo que cada vez la calidad de nuestros productos es mayor".

Una satisfacción en el visitante en relación a la calidad de los vinos de Toro que como afirma Arturo Martín, comercial de Bodegas Fariña, "muchos se sorprenden al comprobar la calidad de nuestros vinos y eso es motivo de satisfacción. Se llevan un concepto muy bueno".

Por otra parte, la ruptura con los tópicos en torno al vino de Toro es otra de las cosas que también se percibe en el consumidor como asegura Santos Calvo quien afirma que "desde que se creó la DO es la batalla más importante que tenemos que jugar. Cada vez hay menos gente con la idea de que el vino de Toro es pesado". Una situación que como valora Felipe Nalda "se está viendo que tanto el vino de consumo diario como el top esta alcanzado una calidad pero sin perder nuestras características de ser vinos con estructura y un alto grado alcohólico".

La feria supone una importante oportunidad, como valora Felipe Nalda, "para la promoción del conjunto de la Denominación de Origen Toro". Una labor para el conocimiento del producto local que para Santos Calvo "debe ser continua porque hay novedades todos los años y en general por que una denominación pequeña como es la nuestra necesita de mucho esfuerzo para que se conozca a nivel nacional". Un fomento de los caldos toresano que para Beatriz Fernández también se debe "trabajar para atraer a más público pero incluso también internacional con, por ejemplo, la presencia de importadores in situ en la feria que es perfectamente posible. La feria ofrece una imagen amplia de la DO y es bueno también de cara al mercado nacional con lugares como Madrid y Barcelona que parece que aún cuesta introducir el vino de Toro".

En definitiva, una Feria del Vino en la que se han superado las expectativas donde el visitante cada vez más conoce el vino de Toro así como su evolución para ser un vino de calidad alejado de los tópicos situándose a la altura de cualquier región vinícola del mundo.