El coste de las intervenciones que se ejecutarán en las dos iglesias serán sufragados, en su mayor parte, con fondos que las parroquias obtienen del turismo y de las entradas que los visitantes deben adquirir para admirar algunos de los templos más emblemáticos del patrimonio toresano. Desde hace años, las parroquias firman convenios de colaboración con el Patronato de Turismo de la Diputación y el Ayuntamiento para la apertura al turismo de cinco monumentos, aunque también suscribieron un acuerdo con el Museo del Vino de Pagos del Rey para la venta conjunta de entradas. Así, el dinero obtenido con la apertura al turismo de las iglesias toresanas revierte íntegramente en la restauración y conservación del patrimonio. Además, en la ejecución de las diferentes obras que se realizan en los templos, las parroquias procuran contar con empresas locales, con el fin de generar empleo y riqueza en la ciudad. Al margen de las intervenciones en las iglesias de Santa María de Arbas y San Julián de los Caballeros, las parroquias han sufragado trabajos en otros espacios como la capilla del Pórtico de la Majestad de la Colegiata o la iglesia de San Pedro del Olmo.