La Ermita de Santa María de la Vega acogió durante la jornada de ayer la celebración del Santísimo Cristo de las Batallas. Un día festivo que congregó a centenares de personas en la pradera, llegados para honrar al patrón de Toro, y que estuvo marcado por la presencia del sol y de las altas temperaturas durante toda la jornada.

Una festividad religiosa contó con un amplio programa litúrgico durante todo el día. De esta forma, desde las 8.00 horas se celebraron en la iglesia de la ermita misas cada media hora, encargadas por diversas entidades como Cruz Roja, la Asociación contra el Cáncer de Toro y comarca o la Fraternidad Católica de Enfermos. Todas contaron con la presencia de numerosos devotos.

Las diversas eucaristías dieron paso a la tradicional Misa Mayor en el templo , que estuvo oficiada por el párroco local, José Luis Miranda, quien estuvo acompañado por diversos sacerdotes locales. El ritual litúrgico congregó a numerosos devotos así como a los miembros de la cofradía encabezados por los abades para el en ejercicio Miguel Ángel Hernández, Ildefonso Acevedo, Rubén Alonso, Luis Miguel Oncalada, Fernando Gómez, Felipe García y Alejandro Gil-Negrete.

La misa estuvo presidida por las imágenes del Cristo de las Batallas y la Virgen de la Guía, y contó con la presencia de autoridades locales. Un ritual religioso en el que el párroco José Luis Miranda centro su homilía en las batallas acontecidas en torno a la ermita y la ciudad como la celebrada en Toro el 1 de marzo de 1476 así como otras acontecidas en el entorno de la misma.

El párroco local también se refirió a la actualidad con las batallas perdidas como es el caso "del descenso de devotos en las novenas previas a la festividad"y cuya situación espera se revierta en un futuro. Además, José Luis Miranda se refirió también a las pugnas ganadas "como la resurrección de Jesucristo" y las que están por ganar como son "las obras de misericordia", que deben hacerse con todas las personas que lo necesiten.

La celebración estuvo amenizada por el Coro Interparroquial de Toro, y finalizó con el cántico a la Virgen de la Guía y con el ritual del beso a la reliquia del Cristo de las Batallas. Tras la misa se celebró el refresco ofrecido por los integrantes de la cofradía encargados de realizar esta festividad para el resto de los demás cofrades.

Durante la tarde se celebró la tradicional procesión que congregó a centenares de devotos que acompañaron en su recorrido al Cristo de las Batallas y a la Virgen de la Guía, que precedió al Crucificado. Las imágenes fueron portadas por los integrantes de la cofradía que durante el transcurso de la misma lucían el medallón de la hermandad. La procesión contó con la participación de la Banda Municipal de Música "La Lira"la cual interpretó diversas piezas durante el transcurso de la misma.

Dicho ritual estuvo acompañado por los habitantes de Toro y su Alfoz que a las 18.30 horas, momento en el que el repique de las campanas de la iglesia marcó el comienzo de la procesión, acompañaron a ambas tallas en el lento peregrinaje que comenzó y finalizó en la ermita.