El flamenco corre por sus venas, pero Soleá Morente decidió estudiar y formarse, antes de dar el gran salto a los escenarios. Hija del gran cantaor Enrique Morente y de la bailaora Aurora Carbonell y hermana de Estrella Morente, Soleá ofrecerá mañana en el Museo del Vino de Pagos del Rey un concierto dentro del ciclo "Música entre barricas" en el que presentará, en formato acústico, su primer disco, "Tendrá que haber un camino".

-Mañana ofrece un concierto en el Museo del Vino de Morales de Toro, ¿el vino y la música son un perfecto maridaje?

-La música y el vino son una buena combinación. El vino es una cultura que hay que aprender y la música igual. Son dos vertientes artísticas muy interesantes que van de la mano, porque el vino invita a la música y la música invita al vino.

-¿El de mañana es el primer concierto que ofrece en Zamora?

-No conozco Zamora aunque tengo muchas ganas. Mi padre (Enrique Morente) estuvo más de una vez y voy a actuar con el corazón lleno de ilusión y de ganas.

-¿Puede adelantar algún detalle del recital?

-El concierto tendrá un formato acústico. Estaré acompañada al piano o teclado por JJ Machuca y con Miguel Martín, en la guitarra acústica. En el concierto vamos a estrenar el disco "Tendrá que haber un camino" en formato acústico, algo que hasta ahora no hemos hecho. Para nosotros también será sorprendente, porque en los meses que tiene el disco, que está recién nacido, hemos tocado con una gran banda. Por eso, para el concierto de mañana las canciones tendrán otro punto de vista, otra perspectiva que me parece muy interesante.

-"Tendrá que haber un camino" es el título de su primer disco en solitario, ¿ha sido muy duro el camino recorrido para poder grabarlo?

-La verdad es que he caminado bastante, desde que hice una colaboración con "Los Evangelistas" en 2012, hasta que ha salido el disco. En este tiempo me han pasado cosas buenas y malas, he ido aprendiendo, he conocido a personas y, de todas esas vivencias y experiencias, al final ha salido esta expresión: tendrá que haber un camino.

-¿En el disco ha fusionado sus raíces, el flamenco, con otros géneros musicales?

-Toda mi familia se ha dedicado al flamenco y es algo que llevo muy dentro, pero en el disco también hay otras vivencias y otras experiencias que las uno al flamenco y que permiten expresarme con libertad y llegar a otros lugares. Creo que es muy interesante acercar el flamenco a otras músicas y otras músicas al flamenco. En este caso, tengo bastante contacto con el rock, con la música alternativa o la vertiente pop e indie. Tanto el flamenco, como cualquier tipo de música o arte son una actitud y, aunque mi vida ha estado muy unida al flamenco, también he viajado y he conocido a compañeros que me han llevado a otros lugares. No obstante, en mi casa mi padre siempre ha escuchado todo tipo de música y nos ha educado en un ambiente musical bastante abierto y receptivo.

-Su primer trabajo también incluye adaptaciones de canciones de Leonard Cohen o de textos de Antonio Machado...

-Soy filóloga hispánica y amo la literatura. Por eso, en el disco he incluido "Yo escucho los cantos" de Machado, aunque otra canción está basada en el "Poema de la Guardia Civil" de Federico García Lorca. Otras canciones son populares o textos míos. En fin, en el disco se puede apreciar lo que soy, lo que tengo, el mundo de la universidad, la literatura, la filología o la música. En cuanto a las canciones de Leonard Cohen, mi padre tenía previsto incluir en el disco Omega dos versiones de "Winter Lady" y "Hey, that's no way tos ay goodbye" , canciones que siempre he escuchado en mi casa. Mi padre las tocaba mucho, pero no se llegaron a incluir en Omega porque había demasiado material y, como son canciones que yo he cantado con mi padre en el escenario, decidí incluirlas en mi disco.

-¿La piratería o la subida del IVA de los productos culturales, influyen negativamente en la producción musical?

-Hay que ser valiente. En un momento delicado como el que vivimos en la actualidad los artistas tienen que poner su granito de arena. He empezado a leer el libro "Memorias del subsuelo" de Dostoievski me he sentido identificada con lo que cuenta, porque habla de una época que no tiene nada que ver con la de ahora, pero que también era complicada y no hay que sentirse dominado por otros sistemas y otras fuerzas. Es muy interesante que en el arte te puedes sentir identificado con un poeta, un cocinero o un arquitecto. Hay personas en el mundo con las que te puedes sentir identificado y hay que ser valiente y expresarse, porque eso algún día puede salvar la vida a alguien. Creo que el momento actual es difícil para la música, para lanzar un disco y, aunque lo tenemos muy complicado, hay que ser valientes y plantar cara a la adversidad. Además, creo que un artista tiene que saber lo qué está pasando y contribuir.

-Aunque su padre quiso que cursara estudios universitarios, ¿finalmente se ha decantado por la música?

-Siempre me ha gustado la música y he vivido siempre en una casa en la que se escuchaba música desde por la mañana y es de lo que vivimos, pero es verdad que mi padre me animó a conocer la universidad. Cuando terminé selectividad quería dedicarme al escenario y a lo que hacía todo el mundo en casa, pero mi padre me animó a estudiar y me dijo que se podía hacer todo en la vida si te organizas bien y tienes curiosidad, ilusión y ambición. Es algo por lo que le estaré agradecida eternamente.

-El apellido Morente, ¿abre o cierra puertas?

-A mí me ha abierto muchas puertas y a veces me planteo que si no hubiera nacido en esta familia no sería yo. Es todo un orgullo venir de donde vengo y sin mi padre o mi hermana no sería yo.

-¿Qué ha aprendido de su familia?

-La afición a lo que uno hace, la entrega total a lo que uno se dedique. La profesión es sagrada. Mi padre siempre me decía que si te dedicas a algo, hay que hacerlo lo mejor que puedas, poner los cinco sentidos en ello para que sirva de algo y sea útil, porque si no se lo lleva el aire. He visto en mi padre una afición y un trabajo constante desde que tengo uso de razón hasta el último día y de él he aprendido a sentir amor por la música, el flamenco o el respeto al arte.

-También ha probado suerte con el teatro...

-Me gusta mucho la interpretación y he tenido la suerte de entrar en la compañía del maestro Miguel Narros con la obra "Yerma" de Federico García Lorca. Hice mis primeros pinitos con un papel que combinaba la interpretación con el cante. En noviembre estuve con Secun de la Rosa, con una obra sobre la actriz Clara Bow, y también disfruté mucho con Juan Diego Botto o Natalia de Molina. La verdad es que las veces que he hecho teatro ha sido mágico. En el arte todo está interrelacionado y tengo la misma sensación cuando canto que cuando interpreto un texto.

-¿Tiene nuevos proyectos artísticos en cartera?

-Estoy reposando "Tendrá que haber un camino", un disco en el que he estado muy inmersa. Ahora estoy digiriendo mi primer disco y me estoy dejando llevar por las sensaciones que me rodean, para ver hacia donde me lleva la experiencia. Tengo pendientes otros proyectos. Quiero retomar un proyecto que empecé con mi padre y que era un proyecto de canción clásica, pero adaptada al flamenco. Otro plan que tengo para el futuro es seguir formándome cada día, estudiar piano y guitarra y empezar a componer.