En pocos días, el Ayuntamiento de Toro espera tener concluidas las obras de adecuación del centro de recepción de visitantes de Las Edades del Hombre en el Alcázar y la mejora del entorno en el que se ubica el insigne monumento. En el centro de recepción de turistas, como explicó el alcalde, Tomás del Bien, se trabaja a "contrarreloj", aunque confía en que las obras estén concluidas antes de que sea inaugurada la exposición de arte sacro, a finales de este mes. En estos momentos, como apuntó Del Bien, se está procediendo a cambiar el tejado de zinc que "estaba corrompido", cubierta que se localiza en la parte más nueva del edificio y que fue objeto de una intervención en la década de los 80.

Del mismo modo, se han renovado las cubiertas del monumento, se han remozado los paramentos, se han eliminado las humedades detectadas en el interior y se han pintado las diferentes salas que serán utilizadas para la recepción de turistas. Otra de la actuación que ya ha sido ejecutada es la colocación de una barandilla en el adarve o paseo de ronda que, a partir de la inauguración del centro, podrán recorrer los turistas con plenas garantías de seguridad. La intervención prevista también contempla la mejora de las escaleras de acceso al adarve que presentaban un notable deterioro. En cuanto a la distribución de las diferentes estancias, el alcalde adelantó que el centro contará con una oficina de Turismo, mientras que otra dependencia será utilizada para la venta de entradas de la exposición. Asimismo, en el edificio se adecuará una tienda de merchandising en la que se podrán adquirir artículos que elaborarán diferentes Fundaciones y Asociaciones y, en una de las crujías, se habilitará una sala que acogerá exposiciones temporales.

Al margen de la intervención en el interior del monumento, el Ayuntamiento también ha llevado a cabo una actuación en el entorno, con el objetivo de mejorar su imagen y para que el Alcázar "tenga más visibilidad". Así, en las últimas semanas se han talado árboles que estaban secos y enfermos y que suponían un "peligro" para las personas que pasean por la zona. Asimismo se han arrancado rosales que serán sustituidos por plantas aromáticas y flores y está prevista la colocación de un bordillo que será rellenado con grava, en el que se incrustarán los focos que iluminarán el monumento.