Los trabajos de siembra de la remolacha en los terrenos que aglutina la fábrica de Toro ya han comenzado habiéndose cubierto el 30% del total de las hectáreas previstas para la campaña. Un inicio de actividad que se produjo a principios del mes de marzo en los terrenos más ligeros y que sufrió un pequeño parón debido a las lluvias acaecidas a finales de la semana pasada y comienzos de la presente cuando se registraron en torno a diez litros por metro cuadrado.

Dichas labores de siembra continuarán en las próximas semanas a un ritmo similar en los terrenos más arcillosos y fuertes siempre que el temporal sea similar al de estos últimos días.

Una campaña que tendrá como principal novedad el hecho de que será la última en la que se establezcan cupos del azúcar y que dará paso a un mercado libre de contratación entre la industria y el productor. Una actual legislación marcada por la Comunidad Económica Europea con los países miembros con los que establece una cuota de mercado que regula la Organización Común de Mercados en el sector del azúcar. Esta cantidad se sitúa, en el caso de España, en 500.000 toneladas de este edulcorante con un precio de referencia por tonelada de entre 400 y 420 euros. Un registro que en el caso de la remolacha alcanza, a nivel nacional, los 3.700 millones de toneladas cuyo precio se sitúa por encima de los 40 euros entre lo que paga la industria y las subvenciones.

Unas cifras donde en la fábrica de Toro se sitúa en torno alas 120.000 toneladas de azúcar y el millón de toneladas de remolacha. Cantidad que se deriva de las 3.000 hectáreas sembradas en Zamora donde la mayor parte la cosecha se destina a la industria toresana que también recibe cantidades de otras provincias de Castilla y León. Una recepción donde la Azucarera ACOR y la fábrica de La Bañeza son los otros centros que reciben la remolacha producida en nuestra provincia aunque en menores cantidades que las que acoge la fábrica de Toro.

Con esta nueva regulación las industrias podrán contratar las cantidades que estimen oportunas directamente con los productores a partir de la siguiente campaña. Una situación que como afirma Fernando García, responsable del sector remolachero de Coag, "se prevé que en la fábrica de Toro la contratación se sitúa en cifras similares a otros años aunque podría aumentarse esta cantidad ligeramente".

En cuanto a la normativa del libre mercado, asegura García, "nosotros tenemos un acuerdo de precios hasta el 2020 con la industria sobre el que seguiremos rigiéndonos y que es una ventaja que tiene el cultivador con respecto a otros países que solamente han establecido acuerdos marco para un año y que para la siguiente campaña tendrán que realizarlos con el mercado libre en vigor. Un actual establecimiento de precios que yo creo que es positivo porque da estabilidad al cultivo".

Por otra parte, está la temporada de recepción de remolacha en la fábrica de Toro durante los últimos días del mes de enero. Una decisión que originó que las 85.000 toneladas que aún quedaban por recibir fuesen recogidas por la fábrica de La Bañeza y que como afirma García "no fue lo que hubiésemos querido pero fue política de la empresa. En este sentido, consideramos que la apertura de esta fábrica se hizo muy tarde ya que pensamos que zonas de Tábara y Benavente podían haber arrancado antes y consideramos injusto que tuvieron que esperar a La Bañeza que, además, debido a los problemas con el temporal se ha tenido que arrancar la remolacha en malas condiciones cuya recepción total en dicha industria no ha terminado todavía aunque esperamos que se produzca a mediados de este próximo mes".