Durante dos años, Luis González Ramos, ha ocupado el cargo de presidente de la asociación Banda de Música La Lira de Toro pero, recientemente, ha comunicado a los músicos y a la junta directiva su dimisión irrevocable. González ha asegurado a este periódico que la decisión de dimitir responde a "motivos personales" y que la asociación tendrá que convocar una asamblea extraordinaria para designar a un nuevo presidente. Aunque prefirió no aportar más datos sobre las razones que le han llevado a renunciar, su decisión coincide en el tiempo con la aprobación provisional de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Ayuntamiento y que incluye la propuesta de cambiar la denominación de Director de Banda de Música por la de Director de la Escuela de Música.

Sobre esta modificación el alcalde, Tomás del Bien, explicó que la Banda de Música La Lira "no es municipal", tal y como avalan informes técnicos. En este punto, subrayó que si la agrupación fuera municipal "todos los músicos deberían ser funcionarios" cuando, en la actualidad, el único funcionario es el director, Casimiro García. Para regularizar esta situación, un convenio con la asociación permitirá, según Del Bien, "ceder el tiempo necesario de personal propio del Ayuntamiento para que trabaje con la Banda", por lo que la dirección será asumida por "quien decida la asociación". Por otra parte, el alcalde reconoció que el Ayuntamiento "considera y trata" a La Lira "como si fuera municipal" y, de hecho, como subrayó, de todas las asociaciones culturales de la Toro es la única que recibe una aportación económica "importantísima" al año o que dispone de cuatro locales.

Asimismo, matizó que La Lira se nutre en parte de los alumnos de la Escuela de Música que, además de "cumplir una función educativa", también se ha consolidado como la "cantera" de la Banda. En definitiva, el Director de La Lira pasará a depender, de forma directa de la Asociación, a pesar de que en agosto del 2006, fuera convocado el concurso para la provisión en propiedad de una plaza de Director de la Banda de Música, vacante en la plantilla de funcionarios del Ayuntamiento de Toro y que, desde entonces, ocupa Casimiro García. Hasta el giro que ha dado la relación entre el Ayuntamiento y la asociación, un acuerdo plenario de noviembre de 1994 regulaba la colaboración entre ambas entidades.