La colocación de un azulejo del siglo XIX, que representa a la Virgen de los Remedios, en el arco mudéjar restaurado en uno de los muros de la iglesia de San Pedro del Olmo ha permitido convertir este espacio en una nueva capilla de culto y oración. Las parroquias de Toro han instalado el azulejo en este arco, completando así una actuación anterior basada en la colocación de un enrejado de finales del siglo XV o principios del XVI que permitió realzar aún más el muro restaurado de la iglesia de San Pedro del Olmo. Donada por José Antonio del Pozo, que también sufragó el coste de la instalación, la antigua reja permitió convertir este espacio en una capilla que los feligreses pueden utilizar para el culto y que ahora ha sido adornada con un azulejo. Hace pocos meses se ejecutaron los trabajos de consolidación del muro lateral de la fachada oeste de la iglesia, en el que también fue restaurado un arco mudéjar de ladrillo.

Una vez acometida esta intervención, las parroquias se percataron de que el lugar en el que fue rehabilitado el arco se estaba convirtiendo en un urinario público, por lo que adoptaron la decisión de colocar el enrejado antiguo, tras obtener el preceptivo permiso de la Comisión de Patrimonio y la licencia del Ayuntamiento de Toro. Además, los párrocos apuntaron que, con toda probabilidad, esta reja que fue limpiada y restaurada antes de ser colocada para cerrar el arco, es la más antigua de cuantas se pueden admirar en las calles de la ciudad. Una vez instalado el enrejado, las parroquias han procedido a decorar el espacio con el antiguo azulejo. La pretensión de las parroquias es seguir acometiendo mejoras en San Pedro del Olmo.