La conferencia "Toro durante el siglo XX. Economía y sociedad", impartida por el doctor en Historia y Licenciado en Sociología Cándido Ruiz González, en la Casa Municipal de Cultura durante la tarde del pasado viernes, cerró el ciclo de conferencias "Toro, del ayer al hoy", organizado por la asociación ProCulto.

Ruiz analizó los aspectos económicos y sociales durante el siglo XX en la ciudad donde la agricultura fue determinante en la evolución de la misma. Para la introducción a este periodo se remitió a Gaspar Calvo y Antonio Cuadrado que "hacen una visión crítica de la ciudad profundizando en la situación de decadencia desde finales del siglo XIX que se acentúa con la crisis de la filoxera en los viñedos y la transformación de estos terrenos en cultivos de cereal y frutales".

Respecto a la evolución, Cándido Ruiz afirma que "no hay grandes oscilaciones en cuanto a la población, salvo en el año 1920 en que se bajó de 8.000 habitantes por la crisis de la gripe española. La evolución se caracteriza en Toro por el progresivo envejecimiento motivada por la emigración de los activos jóvenes sobre todo en los años 60 hacia zonas industriales a los que hay que sumar el paro existente a lo largo del siglo".

Cándido Ruiz seccionó el periodo y en un primero "la ciudad depende de la agricultura y abarca desde el inicio del siglo hasta los años sesenta. Un sector que destaca por la falta de mecanización o la enorme desigualdad en el reparto de la propiedad". La agricultura se basa en el cultivo de cereal, las legumbres y los productos hortofrutícolas que son los más característicos en Toro.

El segundo periodo de la economía en el siglo XX abarcó el transcurso desde los años setenta hasta principios de los noventa. Un ciclo donde se nota con "la decadencia de los árboles frutales y los cultivos cerealistas que dan pasó a la remolacha y los cultivos de regadío. Unos años donde industrialmente destaca la actividad de la Azucarera, una deshidratadora de alfalfa y una cooperativa de vino". La última fase de la evolución económica en la ciudad estuvo centrada en el inicio de los noventa hasta la actualidad. Unos años donde se produce, como explica Ruiz, "una mejora con de las comunicaciones, la tradición vitivinícola, la creación de industrias en la zona y los atractivos turísticos. Además, las inversiones públicas permitieron crear diversas instalaciones que mejoraron la calidad de vida en la ciudad".