Motivado y con mucha ilusión de cara a un 2016 marcado por la celebración de Las Edades del Hombre en Toro. Así se muestra Rodrigo Burgos, Director del Museo del Vino de Pagos del Rey, ante un año del que espera que se asienten los cimientos que conviertan a la zona en un referente turístico mundial.

-Desde su cargo como director del Museo del Vino de Pagos del Rey, ¿cómo valora la elección de Toro como sede de las Edades del Hombre 2016?

-Me parece una oportunidad fantástica para la zona. Se trata de posicionar en el mapa un trabajo que pasa por convertir a Toro en un destino turístico. Albergar una exposición con una marca de calidad tan importante como Las Edades del Hombre, que puede atraer cerca de medio millón de visitantes es un impulso para que la zona pueda mantener una inercia de trabajo para que el 2017 sea tan importante como el 2016 en el aspecto turístico y promocional.

-¿Cree usted que la ciudad se encuentra preparada para albergar la muestra?

-Yo creo que lo importante es la capacidad que ha tenido la ciudad de ponerse en marcha desde que se conoció la elección hasta que arranquen Las Edades. Aún faltan unos meses y, se está trabajando mucho en todos los sectores para que Toro se encuentre preparada cuando comience la cita.

-¿Considera usted que Las Edades pueden ser una buena oportunidad para reafirmar la categoría del vino de Toro dentro del mundo vinícola?

-Desde luego que sí. Se va a albergar una exposición cultural que atrae a muchísima gente y llega a una zona que es productora de vino históricamente. Por lo tanto, los dos productos van a ir de la mano a lo largo de todo el año. En este sentido, si somos capaces de que quien venga a ver la exposición pruebe y adquiera nuestro vino, seguramente acabe convirtiéndose en prescriptor de Toro cuando llegue a sus lugares de origen.

-Ligado al mundo del vino se encuentra el enoturismo, ¿es este tipo de oferta un elemento clave para dar a conocer el producto?

-Por supuesto. Desde las bodegas cada vez tenemos más claro que el visitante que gasta su tiempo de ocio en nuestros recursos, que descubre de una forma directa, puede derivar en una fidelización del mismo como futuro consumidor.

-En los últimos años este tipo de turismo se ha puesto de moda, ¿se ha notado un repunte de visitantes en torno al mismo?

-Nosotros doblamos en 2015 las visitas que tuvimos en 2014 a pesar del poco tiempo que llevamos en funcionamiento. Yo creo que la zona de Toro y otros lugares vinícolas están empezando a considerar el enoturismo como algo fundamental dentro de las bodegas. Ese boom se está ajustando y cada marca o compañía está buscando su nicho y su diferenciación con el resto. Además, el turista cada vez es más exigente y ya no vale con abrir la bodega y enseñarla, ahora hay que buscar que el cliente experimente una visita diferente y novedosa.

-¿Cuál es el perfil de este tipo de visitante?

-Hay diversos perfiles. Está, por ejemplo, el experto en vino que selecciona las bodegas que quiere visitar o el turista que ha acudido alguna vez a una bodega y ha quedado desencantado con la misma porque no ha entendido muy bien lo que se quería enseñar o por haber sido visitas demasiado técnicas o catas demasiado profesionales y se debe reenganchar a este tipo de visitante con propuestas originales, culturales didácticas o familiares. Además, hay un gran sector de población que llega a las bodegas a través del territorio. Hay mucha gente que visita Zamora o Toro por su patrimonio cultural y natural y el vino es un recurso complementario. Este tipo de visitante es, a día de hoy, el más habitual.

-El enoturismo parece destinado a ser uno de los principales reclamos con los que contará la comarca de Toro con motivo de Las Edades del Hombre. ¿Ayudará la muestra a que este se consolide en un futuro próximo?

-Ese camino será más largo. Yo creo que ayudará a crear unas bases para que en un futuro se venda la marca Toro a través de un producto enoturistico. En definitiva, debe de haber una cohesión común entre todos los sectores, tanto públicos como privados, para convertir a la zona en un referente.

-¿Desde el Museo del Vino de Pagos del Rey cuál será la oferta que ofrecerá al visitante durante la muestra?

-La línea estratégica de trabajo en el museo va a continuar. Aun así, potenciaremos nuestra oferta turística y de promoción cultural aumentando la calidad de la misma.

-¿Cuáles serán esas novedades?

-Por ejemplo, se ampliarán los horarios y turnos de visitas, se programarán rutas dinamizadas para intentar integrar los contenidos hacia un público más familiar que se diferencie de la oferta general o de adulto. Además, potenciaremos los programas culturales a través de espectáculos musicales, teatro, maridajes, cartas marinadas o gastronómicas. Estamos trabajando en estos momentos para ofrecer al visitante una oferta cultural destacada.

-Por otra parte, usted lleva más de un año al frente del museo desde su designación en septiembre de 2014, ¿cuál es la valoración que hace de este periodo?

-Muy positiva. Tenemos detrás a una compañía que apuesta muy fuerte por ese proyecto. Además, hemos conseguido integrar la filosofía de la misma dentro del museo y seguimos ilusionados para continuar con nuestra labor.

-¿Qué proyectos tienen en mente de cara al futuro?

-Seguir en la misma línea afianzando nuestras estrategias turísticas. Estamos trabajando actualmente en un proyecto con la Organización Mundial del Turismo en el que el museo será uno de los destinos destacados. Por otra parte, también se intentará aumentar la colección de piezas del museo y se valora la posibilidad de ampliar el complejo con la creación de una sala de exposiciones temporales.

-Para finalizar, un deseo para 2016.

-Que la gente que visite este año la zona de Toro y Zamora encuentre las bondades y las maravillas tanto de su patrimonio como de sus gentes y se vuelvan a sus lugares de origen con una satisfacción muy alta y con ganas de volver.