-El Museo del Vino de Pagos del Rey ha sido recientemente seleccionado como candidato a Museo Europeo del Año, ¿cómo se siente ante esta situación?

-Es otra gran oportunidad para el museo. Después de varios años de trabajo estar en un grupo de menos de 50 museos de toda Europa que optan a un premio tan prestigioso te posiciona en el mapa mundial del turismo. Ya sólo llegar hasta aquí es un privilegio y un honor. Conseguir ganar sería un sueño que colocaría a Toro y Zamora en una posición destacada dentro del sector turístico.

-Cuáles considera usted que han sido las principales razones para estar dentro de esa lista de candidatos?

El estar seleccionado es el reconocimiento a un proyecto global. Un proyecto de recuperación arquitectónica en una bodega del siglo pasado, un proyecto de innovación museográfica a través de los contenidos, la conservación de piezas y, sobre todo, la capacidad de dinamización de la zona a través de una programación cultural tan completa y que se entrega en los contenidos que nosotros tenemos y este reconocimiento nos anima a seguir trabajando en el mismo sentido. Además, el hecho de ser un museo de iniciativa privada adquiere una mayor relevancia cuando la mayoría de ganadores han sido museos públicos.