La iglesia Santa María de Arbas de Toro acogió la eucaristía en honor a San Antón. Una celebración que congregó a numerosos toresanos y sus mascotas donde la aparición de la lluvia dificultó el proceso de bendición de los animales que tuvo que realizarse tanto en el exterior como en el interior del edificio. Los toresanos también pudieron besar la reliquia del santo y recoger los tradicionales "periquillos", unos pequeños mendrugos de pan, repartidos por la cofradía de San Antón. La homilía fue oficiada por el párroco de la ciudad, José Luis Miranda que centró el sermón en la importancia que adquieren los animales para las personas así como en el recuerdo de la figura del santo y su amor por el mundo animal.