El nivel de alerta que alcanzó el caudal del Duero a su paso por Toro el pasado miércoles, al superar los mil metros cúbicos por segundo, se rebajó ayer tras el esperado descenso del volumen de agua aportado por el Pisuerga al río en su tramo más bajo. De hecho, a última hora de la tarde de ayer, el caudal se redujo notablemente, alcanzando niveles inferiores a 700 metros cúbicos por segundo, mientras que el pico de la crecida se registró a las cinco de la madrugada cuando el volumen máximo del Duero, a su paso por la vega toresana, superó los 1.031 metros cúbicos. Cinco horas más tarde, el caudal se situó por debajo de los mil metros cúbicos, siguiendo una tendencia a la baja durante toda la jornada.

A pesar del descenso del caudal, numerosos toresanos se acercaron hasta el mirador del Espolón, un lugar privilegiado de la ciudad desde el que se puede admirar el río Duero a su paso por el puente de piedra, así como a la zona recreativa situada junto al antiguo viaducto. Además, medios de comunicación a nivel nacional se desplazaron hasta la ciudad para informar sobre la situación del río y la anegación de algunas parcelas situadas junto a la vega del río aunque, en principio, los daños son mínimos. A pesar de que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) decretó el pasado miércoles el nivel de alerta en la estación de Toro, la avenida de agua se quedó muy lejos de otras avenidas como la registrada en marzo del año 2001 cuando, por la ciudad, el caudal llegó a alcanzar los 2.520 metros cúbicos por segundo. En ese año, los daños en parcelas cultivadas y en caminos agrícolas del término municipal fueron cuantiosos.