Las existencias de vino con denominación de origen protegida (DOP) en Castilla y León se han disparado en la campaña 2014-2015 respecto a las de hace un lustro, impulsadas por grandes vendimias récord en las zonas productoras de Ribera del Duero, Rueda, Toro, Bierzo, Cigales, Tierra de León, Arlanza, Arribes, Tierra del Vino de Zamora, Valles de Benavente, Valtiendas y Sierra de Salamanca.

Un informe del Fega indica que, a 31 de julio de 2015, las bodegas de Castilla y León tenían declaradas existencias de la campaña 2014-2015 de algo más de dos millones de hectolitros de vino, lo que supone un aumento del 18,3 por ciento respecto a los 1,7 millones de 2009-2010, es decir, ha subido en más de 300.000 hectolitros -30 millones de litros- su stock. El documento recogido por Ical, indica que las declaraciones de existencias de tintos con DOP se elevaron un 17,7 por ciento durante las campañas de análisis, hasta 1,722 millones de hectolitros, mientras que las de blancos, lo hicieron en un 21,5 por ciento, hasta los 293.342.

Cabe recordar, en este sentido, que la vendimia media en estas zonas productoras entre 2009 y 2012 se situó en 205 millones de kilogramos, mientras que en 2013 se produjo un récord de 246,5 millones, y en 2014 las cifras fueron también importantes, aunque ligeramente más bajas, con 243 millones. Así, de un stock medio en torno a 1,7 millones hasta 2012, se pasó a una media de dos millones en 2014 (1,98 millones) y 2015 (2,01 millones).

En este sentido, fuentes de la Consejería de Agricultura de la Junta explicaron a Ical que en vinos con DO, el mercado ha ido absorbiendo el "stockage" en la Comunidad, que "es aceptable" porque "no ha pasado del volumen de una cosecha y no provoca perturbaciones del mercado". Asimismo, constataron que las existencias globales de vino (con marca de calidad, sin ella, varietales y otros) en Castilla y León no han experimentado grandes fluctuaciones pese al alza importante en las producciones y el impacto en las ventas por la crisis.

Así, desde el departamento que dirige Milagros Marcos destacaron que junto al aumento de las producciones de uva, también se ha producido un trasvase de existencias desde otros tipos de vinos hacia la calidad amparada por las DO. Y es que si en 2009-2010, las cifras totales de existencias se situaron en 2,39 millones de hectolitros, en 2014-2015, la cifra ascendía a 2,51, es decir, un moderado aumento del 5,3 por ciento.

Los datos confirman la apreciación de la Junta, porque frente al aumento de las existencias de la DO, la única IGP que se mantiene, la de Vinos de la Tierra de Castilla y León, declaró la campaña 2014-2015 un total de 288.202 hectolitros, con una merma del 10,7 por ciento. En tintos, el stock bajó un 17,7 por ciento, con 245.672 hectolitros, mientras que en blancos, aumentó un 74,1 por ciento, con 42.530.

En cuanto a los vinos sin DOP ni IGP, las existencias descendieron en las campañas de estudio un 49,7, hasta los 179.268 hectolitros registrados a fecha 31 de julio de 2015. Los tintos, bajaron un 55,1 por ciento, hasta 143.450 hectolitros; y los blancos, un 4,2 por ciento, con 35.818. Cabe destacar también la aparición de vinos varietales, con existencias de 1.329 hectolitros cuando en 2010, no había, casi toda la producción de blancos, con 1.314. En cuanto a otros tipos de vinos también crecieron un 304,5 por ciento, hasta los 33.111 hectolitros.

"Las producciones en Castilla y León se mantienen muy estables y muy estancas", destacaron desde la Consejería, desde donde insisten en que la situación de mercado es buena, frente a lo que ocurrió en 2011-12, cuando se produjo un parón de ventas por la crisis. Aseveran que el sector del vino de calidad de Castilla y León prosigue su tendencia de crecimiento, como se refleja en el informe Nielsen, que indica que en 2014 alcanzó su máxima cuota de mercado en España, con un 22,4 por ciento de las ventas en los canales de alimentación y hostelería, 1,5 puntos más que un año antes.

El viticultor burgalés José Manuel de las Heras defiende que "no le cuadra" que en Castilla y León pueda haber un gran "stockage" de vinos producidos por las denominaciones de origen, frente a lo que haya podido ocurrir con el granel. "No tiene lógica que se registren unas existencias elevadas porque los vinos con DO de Castilla y León se están vendiendo bastante bien", dijo.

José Manuel de las Heras, responsable de la bodega familiar Hemar de Fuentecén (Burgos), en pleno corazón de la Ribera del Duero, denuncia también que algunas grandes bodegas "de las que tienen mucho renombre" están "mareando" a las pequeñas para tratar de comprarles vinos a granel, pero no venden "porque están aumentando las ventas". "Apetencia de vino hay en el mercado y mucha", sentenció.

Castilla y León cuenta con 620 bodegas y 75.000 hectáreas de viñedo, de las que 65.000 están incluidas en figuras de calidad. Si en 2007 el sector produjo 134 millones de litros, en 2014 la cifra asciende a 200 millones. El 86 por ciento de la producción de vino de la Comunidad está amparado por figuras de calidad, con un volumen de negocio de 850 millones de euros, y 19.000 puestos de trabajo, 15.700 de viticultores y 3.300 contratos asociados.

Cabe recordar los retos marcados por el sector en las jornadas AgroHorizonte 2020 de alcanzar el 25 por ciento del mercado nacional, y lograr unas exportaciones de 200 millones de euros, es decir, el 30 por ciento del valor del mercado para lo que debe crecer al seis por ciento anual, favoreciendo los consorcios entre industrias.