Indefensión e injusticia. Estas dos palabras han sido las más repetidas en la comparecencia pública que esta mañana han realizado las personas que decidieron interponer una querella contra Azucarera por el fallecimiento de sus familiares o las enfermedades que padecen como consecuencia, presuntamente, por la exposición al amianto.

Tras conocer que la querella ha sido archivada por la Audiencia Provincial de Zamora, el letrado, Román Oria, y varios demandantes han expuesto esta mañana que el auto judicial evidencia "el desamparo en el que se encuentra el ciudadano" y la "profunda injusticia" que se ha cometido en esta causa por el "deficiente funcionamiento de algunos órganos judiciales".

El abogado destacó que en la resolución de la Audiencia Provincial "hay errores graves" en referencia a que la prueba testifical "ha sido realmente concluyente", pero no se ha tenido en cuenta, a pesar de que estos testimonios aseguraban que en las instalaciones de la Azucarera había amianto.

Del mismo modo, Oria criticó que en el auto de la Audiencia Provincial aprecia un "total olvido" de los precedentes anteriores, en referencia a la instrucción del caso seguida desde que en 2011 se interpusiera la querella en el juzgado de Toro. Aunque la resolución de la Audiencia Provincial detalla que no cabe recurso contra el auto, el letrado y los querellantes barajan distintas fórmulas para que el procedimiento pueda continuar.

Una de estas opciones es presentar un recurso ante el Tribunal Supremo o interponer uno de amparo ante el Tribunal Constitucional por vulneración de derechos fundamentales. La tercera posibilidad es solicitar la reapertura del procedimiento por la incorporación de "nuevos casos" y la última trasladar a la jurisdicción laboral la reclamación por daños y perjuicios.