El Ayuntamiento de Toro acaba de recepcionar las obras ejecutadas en la plaza de San Agustín, proyecto que fue adjudicado a una empresa local, por un importe total de 158.277 euros, que han sido sufragados con una subvención concedida por la Diputación. La concejala de Obras y Urbanismo, Ruth Martín, confirmó que las citadas obras, que ya han sido recibidas, han permitido remodelar la zona norte de la plaza en la que existía un depósito semienterrado que ha sido demolido. Además, los trabajos ejecutados han servido para revalorizar el entorno del antiguo Alcázar y para evitar hundimientos de terreno como los que se habían producido en los últimos años.

Así, esta actuación se ha centrado en la adecuación de un espacio pavimentado y de una zona ajardinada en la que se han plantado gramíneas. Asimismo, la empresa adjudicataria ha demolido el depósito sin uso que existía en la parte inferior de la plaza y parte del espacio que ocupaba esta infraestructura ha sido rellenada con materiales de construcción, mientras que otra zona ha quedado hueca con un forjado sobre pilares.

La zona en la que se localizaba este depósito tiene ahora forma de elipse y, una vez ejecutadas las obras, ha quedado apoyada sobre un muro perimetral para evitar hundimientos, después de constatar que en la zona existen problemas de asentamiento. Por otra parte, la concejala del área destacó que en la zona ajardinada en la que se han plantado gramíneas también se instalarán carteles para prohibir el acceso de animales a este nuevo espacio verde y se ha procedido a limpiar toda la ronda del Alcázar. Del mismo modo, ya se han instalado farolas en la zona para mejorar el alumbrado público y, en un futuro, el Ayuntamiento tiene previsto instalar en la plaza nuevo mobiliario urbano, en concreto, bancos y papeleras.

Las obras ejecutadas en la plaza de San Agustín, que comenzaron el pasado mes de mayo, han servido, además de para dignificar el entorno del antiguo Alcázar y para eliminar los problemas de los que adolecía este espacio público y que ocasionaron reiteradas quejas por parte de vecinos y de partidos políticos. Así, entre otros problemas, la plaza de San Agustín presentaba hundimientos, escalones rotos o grietas de grandes dimensiones, al margen de una deficiente limpieza, señalización o iluminación.