Por tipología de vinos, los tintos representan, según el informe difundido ayer, el 16,5% de las ventas, de las que el 14% se corresponden con caldos elaborados en Ribera del Duero, seguidos de los producidos en el Bierzo (1,3%) y los vinos amparados por el marchamo de calidad toresano, en un porcentaje que se sitúa en el 0,8%. La Denominación de Origen Rueda acapara las mayores ventas en el caso de los vinos blancos con un 39,7% de la cuota total de ventas y que, en este caso, alcanza el 40,7%. En el análisis de la evolución de ventas de vinos blancos, los elaborados por bodegas de Toro representan el 0,1%, tres puntos menos que en el caso de los rosados, categoría en la que destaca el incremento experimentado por Cigales.

Por canales, el aumento de las ventas de los vinos de la región en el de alimentación durante el 2014, ha generado un nuevo incremento de participación en el mercado nacional. Así, el pasado año, estas ventas alcanzaron el 17,9% del volumen total de vino con Denominación de Origen, un nuevo máximo y la consolidación de la oferta de Castilla y León, dentro de este mercado en el que las aportaciones más importantes las han realizado Rueda y Ribera del Duero. En el canal de hostelería, la participación de los vinos elaborados en las Denominaciones de Origen de Castilla y León representa el 27,8% del volumen total en España.