El responsable del sector remolachero de COAG, Fernando García, considera que la crisis acontecida se podrá solucionar con la predisposición de todas las partes implicadas.

-¿Cómo se encuentra actualmente el sector de la remolacha?

-El precio del azúcar ha sido bajado por los lobbies y por las diversas multinacionales que existen y eso hace que el cultivo de la remolacha se encuentre en crisis. Aún así, los agricultores son muy competitivos y se esmeran en hacer bien las cosas aunque las cosas en Europa se están poniendo complicadas en muchos sectores y uno de ellos es el nuestro, el de la remolacha

-¿Esperáis algún tipo de ayuda por parte de la industria?

-No. La industria ya avisó de lo que iba a pagar que lo hizo cuando se firmó el acuerdo marco que se firmó por cinco años y no va a poner más. Esperemos que si las cosas se ponen peor ayude pero, en principio, esta asegurado que va pagar lo que pactó su día y no tiene previsto pagar una mayor cantidad. Por otra parte, lo que sí hemos visto mermar es la ayuda de la junta que hablaban de unos 400 o 500 euros y a día de hoy está en 350.

-¿Este descenso de las ayudas será un problema para el agricultor para poder mantenerse a lo largo del año?

-Siempre es un problema y más en un mercado tan competitivo como el que en el que nos encontramos. Hay que rendir cada año más por lo que cada céntimo que te paguen de menos siempre influirá negativamente para el productor. Yo creo que si todas las partes implicadas arrimarán el hombro, sobre todo las fábricas y las instituciones manteniendo sus ayudas y sus precios, el sector podría seguir funcionando correctamente.

-Dada la situación actual, ¿Cuál es el futuro que esperáis tenga la remolacha en los próximos años?

-Desde COAG esperamos que el cultivo se mantenga y se mantengan las fábricas no sólo por la agricultura que nos interesa mucho sino también por todo el tejido social que es muchísimo. Así las cosas, la viabilidad de la fábrica toresana, en cuanto a trabajo o transportes, será muy positivo para Toro y su comarca.