La tranquilidad que transmite la ciudad de Toro marca a diario la jornada laboral de los dos taxistas con los que cuenta la localidad. Miguel Tejedor y Manuel Galicia son los únicos profesionales del taxi que se encuentran, a día de hoy, trabajando en la misma.

Una profesión que como afirma Miguel Tejedor "es muy tranquila en Toro aunque estas ocupado todo el día dado que la mayoría de los servicios se realizan vía telefónica y los clientes llaman a cualquier hora del día y de la noche". Una clientela que como asegura Manuel Galicia "es sobre todo gente mayor. Personas que por cuestiones de movilidad nos llaman sobre todo para acudir a las consultas del médico, a hacer la compra o a la peluquería. Unos servicios que realizamos sobre todo en las localidades cercanas dado que estas personas, la mayoría al no disponer de otros medios con que desplazarse, son las que habitualmente solicitan nuestros servicios".

Un oficio que no tiene mucha carga de trabajo cómo incide Miguel Tejedor al manifestar que "en los tiempos que corren andamos muy justos ya que hay días que hay mucho trabajo y otros que no. Es a base de estar pendiente del teléfono a cualquier hora lo que nos permite ir tirando. Los anteriores compañeros comentan que antes había mucho trabajo pero ahora la gente, por cuestiones de dinero, busca otras alternativas para distancias largas. Además, la crisis ha generado que los posibles clientes que no cuentan con muchos recursos económicos no soliciten nuestros servicios a no ser que sea por la necesidad del momento".

Unas alternativas en el desplazamiento para comunicarse con otras ciudades que son, principalmente, los servicios regulares de autobús. Un tipo de transporte con el que, como afirma Manuel Galicia, "nos hemos acostumbrado a convivir. Aunque, si los transportes a la carta siguen aumentando, nuestra profesión en una localidad como Toro tiende a desaparecer".

Por otra parte, los móviles, carteras, paraguas o, incluso, ordenadores suelen ser algunos de los objetos que los clientes dejan olvidan en el taxi aunque como manifiesta Miguel Tejedor "os teléfonos móviles son los más habituales. En algunas ocasiones, ha sonado un móvil en el coche mientras he estado trabajando y cuando vas a cogerlo compruebas que es el cliente que te está llamando porque lo ha olvidado".

Un empleo para el que Toro únicamente ofrece cierta tranquilidad dado que no puede competir con capitales grandes como asegura Manuel Galicia. "Es más tranquilo el oficio en Toro aunque en Valladolid, donde también estuve trabajando, es mucho mejor en cuanto a negocio".

Un trabajo que tiene en Toro, como manifiesta Galicia, "poco futuro dada la poca carga de trabajo que tenemos y que las localidades cercanas, que es donde más se nos solicita, tienden a desaparecer".

Una circunstancia que también comparte el taxista Miguel Tejedor al manifestar que "el futuro del taxi es complicado porque sólo somos dos taxistas. Antes éramos tres y, a diario, trabajamos prácticamente lo mismo que cuando éramos uno más. Así las cosas, si no se pone nadie en un futuro próximo es complicado que este oficio siga existiendo en Toro".

En definitiva, la pugna entre la tranquilidad y la rentabilidad es la lucha diaria de estos dos profesionales del taxi para poder mantener una profesión para la que el futuro no se presenta muy esperanzador.