El precio de las uvas. Esa es la gran incertidumbre que tienen los viticultores en el comienzo de la vendimia. Unas dudas que surgen cada año en torno a este tema dado el escaso conocimiento del precio de la misma hasta una vez mediada la cosecha. Una circunstancia que ha derivado este curso a la aparición de una ley aprobada por el Ministerio de Agricultura para regular la venta de uva a través de un contrato a pagar a 30 días dado que esta es un producto perecedero.

Una legislación que los viticultores consideran positiva "siempre y cuando se cumplan por parte de los bodegueros" como afirma el viticultor Pablo Domínguez. Un punto de vista también compartido por el también productor Andrés Alonso quien asegura que" la incertidumbre generada surge por el hecho de que hay bodegas que hacen contratos donde se estipula el precio mientras que otras no incluyen este en los mismos". Una regulación donde las bodegas marcan el rumbo a seguir ya que, al ser éstas las que fijan dichas cantidades, son las que marcarán la tipología de esta nueva ley de contratos. Así las cosas, la firma de los mismos que mantiene en vilo a los productores ya que como a firma Pablo Domínguez, "al no haberse conocido los precios no saben aún a cómo van a entregar la uva".

En cuanto al precio, en estos momentos solamente se conoce el valor de algunas de las uvas que se ha empezado a vendimiar. Una tipología que procede de las fincas más antiguas donde la calidad de la uva es mayor aunque estas, al ser un número muy bajo dentro de la Denominación de Origen Toro, ofrecen muy pocos kilos y su precio ronda el euro por kilo. Una clase de uvas que como afirma Andrés Alonso "no sirve para conocer cómo se pagará la uva ya que puede este tipo de fincas puede suponer como mucho un 20% de la producción de vendimia".

Una valoración que también comparte Pablo Domínguez tras incidir en que "este tipo de uva no marca la tendencia que continuará a lo largo de la vendimia y no permite conocer el precio aproximado del tendrá el grueso de la uva que se recogerá a lo largo de la campaña".

Una situación que al igual que ha ocurrido en otras campañas tendrá su desenlace, en lo que a conocimiento del precio se refiere, en el momento en el que las grandes bodegas se pongan en funcionamiento para la recogida de la uva. Una circunstancia que se une al hecho de que algunas industrias esperen para dar a conocer sus precios hasta conocer el precio de mercado.

Una vendimia en la que, por otra parte, hay que destacar según Pablo Domínguez "la calidad de la uva que está en perfectas condiciones. Aun así, este año es más delgada debido a la sequía. El hecho de que no haya llovido va influir en que salgan un menor número de kilos aunque cualitativamente es excepcional". Una circunstancia que para Andrés Alonso reside en la concentración del líquido "estará cerca de la piel que es donde se concentran todas las cualidades de sabor y textura convierten a la misma en una uva de mucha calidad".

Por otra parte, la sequía que no ha influido en la calidad aunque sí en la cantidad. Una situación que aun así los viticultores no creen que sea un problema, ya que como afirma Pablo Domínguez "todos los años han sobrado kilos destinados a la Denominación de Origen Toro y yo creo que esta campaña, a pesar de venir con menos cantidad, no habrá problemas en lo que a abastecimiento se refiere".

Una situación que como asegura Andrés Alonso si se verá afectada "en la exportación de la misma a otros mercados". Unas ventas al exterior donde regiones como Galicia suelen demandar dicho producto y que este año verán, con un alto grado de probabilidad, una fuerte reducción en su abastecimiento.

Así las cosas, la alta calidad con la que viene mostrando la uva y la seguridad en que no habrá falta de cosecha para abastecer a todas las bodegas hacen los viticultores vean como una gran posibilidad, al igual que otras partes del sector, de aumentar el número de ventas este año con motivo de la próxima celebración en todo de las edades del hombre.

Un evento que para Pablo Domínguez "va a repercutir porque las bodegas tendrán muchas más visitas y habrá mucha más gente tanto de España como del extranjero y van a ver como son los vinos de calidad que hacemos en Toro". Una inyección que para Andrés Alonso "permitirá que la gente nos conozca aún más. Aunque, lo que nos falta es saberlo comercializar nuestro producto ya que lo que tenemos aquí es extraordinario".

En definitiva, la campaña de la vendimia comienza con el desconocimiento del precio para unos viticultores que, a pesar de las nuevas legislaciones, se mantienen en vilo por el valor de una uva que no se conocerá hasta que las grandes bodegas se ponen en funcionamiento.