El viernes, Toro se convertía en el centro de la atención mediática gracias a su merecida designación como sede de Las Edades del Hombre el próximo año. Meses de trabajo dieron sus frutos en una cita donde el objetivo principal estaba claro desde el principio: enseñar al mundo el gran patrimonio artístico conservado en la ciudad que se alza sobre el río Duero.

La Colegiata, que será el templo central de la muestra, alberga varias de las piezas más valiosas del arte sacro toresano. Entre ellas sobresale el Pórtico de la Majestad, sin duda uno de los mayores atractivos turísticos del templo, el más visitado de toda la provincia el pasado año. Realizada durante el reinado de Alfonso X El Sabio a mediados del siglo XIII, es una de las portadas góticas mejor conservadas de España y una de las piezas más valoradas por los expertos en la materia. La figura de la Virgen de la Majestad con el Niño en brazos preside la parte inferior de la puerta, mientras en las arquivoltas se representa la visión del Paraíso, donde pueden contemplarse una infinidad de ángeles, apóstoles, reyes y ángeles, además de la coronación de la Virgen que aparece en el tímpano, perfectamente conservado. En el mismo templo se hallan también otras valiosas piezas que formarán parte de Las Edades, como la tabla conocida como "La Virgen de la Mosca", un óleo flamenco de principios del siglo XVI y de autor desconocido que se conserva desde hace siglos en la sacristía del templo toresano. Precisamente su autoría ha sido muy discutida por los historiadores, misterio que también se ha extendido al rostro de la Virgen, donde algunos reconocen rasgos de Isabel la Católica. En el museo de la sacristía del templo también se guardan algunas valiosas piezas de platería, como cálices, copones, patenas o cruces que evidencian la notable presencia de orfebrería en Toro durante el siglo XVI. La obra principal es una custodia procesional labrada por el maestro Juan Gago en el primer tercio de ese mismo siglo a instancias del obispo de Zamora.

Otra de las tallas más queridas y valoradas por los toresanos es la Virgen de Nuestra Señora del Canto, patrona de la ciudad, una talla anónima de la Virgen con el Niño del siglo XIII que, después de su última restauración, recuperó su aspecto original al suprimir los ropajes que la cubrían ocultando parte de su valor. Además de la pintura y la orfebrería, la escultura es uno de los puntos fuertes de la exposición, ya que, en los distintos templos de la ciudad, se conservan un gran número de piezas valiosas de distintos periodos artísticos y escuelas. A las obras de pintores como Lorenzo de Ávila o Fernando Gallego -autor del retablo de San Lorenzo, de finales del siglo XV-, se suman las tallas de escultores del nivel de Sebastián Ducete, Pedro de Rueda o Antonio y Narciso Tomé, que han logrado un hueco en la Historia del Arte español.

En el tintero se quedan numerosas piezas que se guardan en Toro, elegida como sede de Las Edades precisamente por la calidad y cantidad de su patrimonio. Aunque no hace falta esperar a 2016 para disfrutar de estas joyas artísticas, muchos descubrirán entonces los tesoros que esconde la ciudad de doña Elvira.