Una empresa procedió ayer a la retirada de una grúa de grandes dimensiones que fue instalada, en el año 2008, en el interior del palacio de los Frontaura y Victoria para acometer su restauración. De forma insistente, los vecinos de la zona habían reclamado al Ayuntamiento que obligara a los propietarios del inmueble a la retirada de la grúa para evitar posibles accidentes, sobre todo, en días de lluvia o de fuertes vientos.

Varios años han tenido que esperar los vecinos para ver cómo se retiraba la grúa, tras el requerimiento realizado por el Ayuntamiento a la empresa que, en principio, ostenta la propiedad del antiguo palacio.

La concejala de Obras y Urbanismo, Ruth Martín, destacó que recientemente remitió un requerimiento a la sociedad que figura como propietaria del palacio para que procediera a la retirada de la grúa y evitar así posibles accidentes. En la mañana de ayer, una empresa especializada -la misma que se encargó del montaje de la grúa - procedió a su retirada, ante la sorprendida mirada de los vecinos que en tantas ocasiones habían reclamado al Ayuntamiento que obligara a los propietarios a que la desmontara. Por otra parte, la concejala de Obras y Urbanismo, adelantó que el Ayuntamiento también reclamara a la sociedad que figura como propietaria del inmueble a que acometa otras mejoras en el interior del palacio, después de detectar diversos problemas en alguna pared medianera, o en los paramentos que "están en mal estado", al margen del peligro de caída de las tejas de la cubierta. Esta grúa también provocaba un impacto visual negativo en una de las plazas más visitadas de Toro, situada junto a La Colegiata.