-¿Cómo empezó su afición por el mundo del deporte, en el que ahora está inmerso de manera tan profunda?

-Desde que era pequeño. Corro desde los 7 años, empecé en el atletismo, estuve haciendo marcha casi toda la vida, hasta los 19, que me lesioné. Tuve una lesión crónica de tobillo que me obligó a dejar la marcha y me puse a correr. Empecé a correr en asfalto y media maratón y este año he empezado a correr trail o carreras por montaña y es cuando mejor me ha ido. Ahora estoy a nivel nacional, la temporada acaba ahora, en agosto, y el año que viene voy a empezar a entrenar y a dedicarme totalmente a las carreras de montaña.

-¿Ayuda a apostar por el deporte que la pareja se dedique a lo mismo y así entienda este modo de vida, como sucede en su caso?

-Sí, nosotros nos conocemos de toda la vida, del atletismo. Ayuda mucho el tener ese apoyo, yo en ella y ella en mí, para ir juntos a las carreras, entrenar, etcétera. Nadie que no lo practique te puede entender igual. Tener ese apoyo de ser los dos iguales es importante.