Entre tres y seis meses. Este es el plazo en el que la empresa Instalaciones Pevafersa podría estar a punto para retomar su actividad de fabricación de células fotovoltaicas. Así lo confirmó ayer Laurentino Fernández, administrador de Grafen-Bull, sociedad interesada en la adquisición de los activos de Pevafersa, tras la visita realizada a la fotovoltaica toresana para, en compañía de los administradores concursales y de técnicos alemanes, comprobar el estado de la maquinaria y de las instalaciones de la industria. Tras esta inspección, Fernández resaltó que, antes de adquirir los activos de Pevafersa, era preciso realizar pruebas para determinar la situación real y el estado de conservación de las máquinas y, como subrayó, los técnicos "han dado el visto bueno verbal".

En principio, como avanzó el administrador de Grafen-Bull, la maquinaria y los equipos de producción que mantiene la industria y que no fueron vendidos durante el procedimiento judicial iniciado a raíz de la presentación de un concurso de acreedores, "están en buen estado de conservación y de mantenimiento". Así, si se cumplen los plazos inicialmente previstos por los técnicos que ayer participaron en la visita a Pevafersa, la industria podría retomar el proceso de fabricación de células fotovoltaicas en los próximos seis meses. De hecho, durante esta visita, los responsables de Grafen-Bull felicitaron a los administradores concursales por el buen mantenimiento de las instalaciones, lo que facilitará que la industria fotovoltaica toresana esté más cerca de retomar su actividad.

Una vez obtenido el visto bueno por parte de los técnicos desplazados hasta Pevafersa, los representantes de Grafen-Bull han solicitado a los administradores concursales que, en la medida de lo posible, se agilice la resolución del procedimiento judicial iniciado tras del concurso de acreedores presentado por Pevafersa, por no poder hacer frente a la deuda contraída. En principio, será necesario esperar a finales de septiembre o principios de octubre para que "se pueda finiquitar" el citado procedimiento judicial, apuntó Fernández.

Una vez que concluya el proceso, la empresa Grafen-Bull podría adquirir todos los activos de Pevafersa para poner en marcha de nuevo la empresa, para lo que sería necesario contratar, en un principio, a unos 250 trabajadores. Así, si se cumplen los plazos previstos inicialmente, en enero o febrero Pevafersa podría volver a retomar su actividad y atender pedidos que, como confirmó Fernández, "son suficientes para varios años".

Tres empresas, como ha podido confirmar este diario, forman parte de la sociedad Grafen-Bull que, el pasado mes de junio, presentó ante el Juzgado de Instrucción nº 2 de Zamora, con funciones de lo Mercantil, una oferta formal para la adquisición de los activos de Instalaciones Pevafersa, en proceso de liquidación desde que, en mayo del año 2012, presentara un concurso de acreedores. El grupo de empresas tiene previsto, en una primera fase, destinar a este proyecto 25 millones de euros y una cifra total, durante cinco años, de 150 millones de euros. El grupo inversor prestará especial atención a la tecnología y la innovación de tal manera que, mediante acuerdos suscritos con una Universidad de Castilla y León, tiene previsto seguir llevando a cabo investigaciones sobre nuevos materiales, especialmente, sobre el grafeno y sus aplicaciones. Por último, Grafen-Bull ha presentado el proyecto al Ayuntamiento de Toro, aunque también ha establecido contactos con otras instituciones como la Junta de Castilla y León.