Conocer el concepto de restauración y saber sus modalidades más generales es el primer paso para poder dedicarse a la rehabilitación de arte u objetos. Ello es lo que pretende inculcar el licenciado en Historia del Arte Miguel Hernández a los alumnos del taller de restauración que imparte dentro de la programación del Verano Cultural.

Durante seis sesiones, Hernández pretende que sus pupilos puedan iniciarse en la restauración "y, sobre todo, en los criterios para poder restaurar adecuadamente una obra de arte", así como que aprendan "a valorar" el trabajo que conlleva la restauración.

Para todo ello, estos aficionados al arte y los trabajos manuales pueden llevar a sus clases piezas cotidianas que tengan en casa y, a partir de su propio trabajo, dejarlos como nuevos. Aunque, como ha comentado Hernández, las técnicas de conservación y restauración son las mismas para piezas "desde un mosaico hasta una tumba paleolítica".

Eso sí, lo primero lo que el profesor ha querido dejar claro a sus alumnos es que una máxima de la restauración es que, "sea de la índole que sea" la pieza que se va a restaurar, "cuanto menor sea la intervención, mejor van a ser los resultados".

Aunque está claro que todos los inscritos en el taller están interesados por los trabajos manuales y la conservación de objetos artísticos y decorativos, hay entre ellos quienes sí habían hecho sus pinitos "algo de bricolaje", como es el caso de Gonzalo Álvarez o Mercedes Alonso, quien ya había asistido a otros talleres similares anteriormente.

Alonso y Elena García, otra de las alumnas, se mostraban interesadas, sobre todo, en la restauración de muebles antiguos, aunque, como aseguraba Alonso, es el profesor quien "debe dar el enfoque" de las clases.

Por su parte, Miguel Hernández ha asegurado que, cuando se dirigió al Ayuntamiento para ofrecer su "colaboración" en aquello que le requiriera, le propusieron impartir el mismo taller para un público infantil. "Pero consideré que yo no tengo la capacidad didáctica ni ellos las habilidades manuales, probablemente" para impartir un curso para niños, comentaba Hernández, quien, finalmente, se decidió a enseñar sus conocimientos a un público adulto.

Desde el pasado lunes y hasta el próximo día 29 en la iglesia de La Concepción, estos pupilos tendrán la oportunidad de aprender las técnicas más básicas de restauración que luego podrán poner en práctica "manos a la obra" en sus casas.