La agrupación musical de pulso y púa Amigos del Arte, más conocida como "La Rondalla", puso su música en escena en el claustro del colegio Hospital de la Cruz por una causa solidaria. El programa "Vacaciones en paz", que acoge en la ciudad a tres niños saharauis durante este verano, será el beneficiario de la recaudación obtenida con la entrada de este concierto.

La presentadora de la velada, Sandra Oncalada, se refirió a los niños como "la parte más vulnerable" y, por ello, durante el verano, el programa "Vacaciones en paz" los trae a España para evitarles un "verano tan caluroso y la alimentación precaria" que recibirían en el desierto. Oncalada también recordó que los niños que viajan hasta aquí en la época estival no pueden ser adoptados "porque tienen familia" y deben regresar a sus hogares tras el verano en España, donde también pasan reconocimientos médicos.

De este modo, para ayudar a ofrecer la mejor estancia posible a los niños saharauis, la Rondalla ofreció un variado recital benéfico en el que el público pudo escuchar obras como "Séneca el platillero", del toresano David Rivas, "La mesonera de Tordesillas", "Ópera flamenca", "La vida es bella" o la jota "Gigantes y cabezudos". Bajo la dirección de Miguel Oncalada, la agrupación de pulso y púa Amigos del Arte también contó con la colaboración de Fidel Conejo y Sandra Oncalada, que pusieron sus voces a algunas de las melodías ofrecidas por la Rondalla. Así, el tenor interpretó la jota "Soy de Aragón" y "La siega". Conejo y Oncalada cantaron juntos la habanera "Veinte años" y el chotis "Madrid".

La "propina" final del recital consistió en la canción "Toro es", que Fidel Conejo, Miguel y Sandra Oncalada interpretaron a tres voces, acompañados por el resto de la agrupación musical. La velada terminó con la subida al escenario de los verdaderos protagonistas del acto, los niños saharauis que están pasando el verano en Toro .