María Diéguez Melo nació en Burgos en 1983 y reside en Toro desde cuatro días después. Es licenciada en Historia del Arte, está especializada en Políticas Culturales y Gestión Cultural y a punto de finalizar su doctorado en Historia del Arte. A ello suma la coordinación del nuevo comité de expertos que trabajará por conseguir la exposición de Las Edades el Hombre para Toro en 2016, un proyecto que ha asumido con ilusión y responsabilidad.

-¿Cuál será la línea de trabajo a seguir por el comité de expertos?

-Hemos partido integrando los trabajos que ya se habían realizado con anterioridad y lo que pretendíamos era integrar a todos los actores presentes en la ciudad de Toro, desde empresarios, hosteleros, la CEOE, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen,... un poco el tejido empresarial de la ciudad. Y, por otro lado, también el tejido cultural. Y entre todos, poder gestionar todo lo que rodea a Las Edades del Hombre porque la Fundación, una vez que decide la sede, monta la exposición de acuerdo a sus directrices y a su línea de trabajo, pero Toro también tiene que ayudar y aportar a la gestión de esa exposición y ponerse a su disposición en todo lo que ellos necesiten. El crear un grupo de trabajo que formamos entre todos, apoyar y proponer un marco cultural que arrope la exposición será nuestra línea de trabajo.

-¿Cómo cree que va a ser ese proceso de trabajo? ¿Cree que va a haber buena armonía entre el comité de expertos?

-Creo que Las Edades del Hombre es un proyecto del que Toro tiene muchas ganas como ciudad. Cuando se pregunta a los ciudadanos, todos tienen ganas porque es una deuda cultural con Toro. Desde Castilla y León y desde la fundación de Las Edades, obviamente, conocen la riqueza patrimonial que tiene nuestra ciudad, han participado piezas de Toro prácticamente en la totalidad de exposiciones de Las Edades del Hombre y eso, lógicamente, es nuestra riqueza cultural. Toro tiene muchas ganas de que vengan las Edades y para eso también hay que trabajar. Hemos encontrado muy buen talante en todas las personas que hemos invitado a trabajar, también hay representantes del Obispado, los párrocos de la ciudad, el delegado de Patrimonio del Obispado de Zamora, José Luis Rivera de las Heras, o las escuelas de restauración del Obispado. Están un poco representados todos los actores y de todos ellos hemos recibido una respuesta muy positiva, con lo cual, a la hora de trabajar, es el mismo talante.

-¿Qué marco cultural pretenden proponer?

-La fundación de Las Edades, por decirlo de alguna manera, monta la exposición, pero no solamente podemos quedarnos ahí. Toro tiene gran cantidad de grupos culturales, musicales, teatrales, de danza, de folklore. Eso es algo que podemos aprovechar para arropar a la exposición de alguna manera y no solamente dejar este único hito cultural limitado a que vengan sólo a ver Las Edades del Hombre.

-¿Cree que es realmente posible que el Patronato designe a Toro como la próxima sede de Las Edades del Hombre?

-Las posibilidades existen. Precisamente, porque la riqueza patrimonial de Toro no necesita avales, es algo que se conoce. Las Edades del Hombre es una exposición que dinamiza el patrimonio religioso y los bienes culturales de la Iglesia de Castilla y León. Posibilidades tenemos, hay muchas sedes que se han propuesto para el año 2016 y la fundación de Las Edades y los patronos se reunirán y esperemos que tomen la decisión de que sea Toro. En caso contrario, como dijo muy bien Tomás del Bien, se seguirá trabajando por la cultura de Toro y porque Toro sea la sede de Las Edades del Hombre en fechas lo más cercanas posibles.

-¿Cuántos beneficios puede aportar a la ciudad albergar la muestra?

-Mirando a otras ciudades que han sido sede, el beneficio es indudable. No solamente con respecto al patrimonio de la ciudad como posibles restauraciones o una museografía del mismo, sino también para el tejido cultural y el tejido empresarial. Precisamente por eso, consideramos que todos los actores tenían que estar implicados puesto que, si viene una afluencia de turismo mayor a la que Toro recibe habitualmente, también los hosteleros y empresarios van a ser beneficiados por esas visitas.

-¿Cómo reaccionó cuando supo que Tomás del Bien la había elegido para hacerse cargo de este grupo de expertos?

-Para mí es un gusto poder trabajar en Toro y por el patrimonio toresano. Tomás y yo nos conocemos desde hace muchos años, los dos somos Historiadores del Arte y desde nuestra formación hemos intentado trabajar por el patrimonio de Toro, hemos realizado trabajos juntos en un congreso de patrimonio cultural que yo dirigí en México y desde allí hemos intentado trabajar por dinamizar el patrimonio de Toro. Siempre comentamos ideas que se pueden hacer y creo que ahora es un buen momento para concretar todos esos proyectos que nosotros hemos hablado en muchos momentos. Para mí, lógicamente, es una responsabilidad el poder trabajar aquí, para los toresanos porque creo que es una de las riquezas que podemos sacar de este comité, no solamente para Las Edades del Hombre, sino que sea una plataforma de lanzadera para poder empezar a trabajar entre todos.

-¿Qué cree que puede aportar usted como coordinadora a este comité de expertos a partir de su formación como historiadora del arte?

-Tenemos la suerte de que el alcalde también es historiador del arte y gestor cultural. Desde la experiencia que yo he tenido en gestión cultural municipal en otros lugares, hemos visto que es necesario participar con todos los sectores y actores de la población. Un proyecto cultural no se puede diseñar solamente desde la cabeza pensante que se sienta en un despacho y que diseña sobre el papel. Es necesario conocer el tejido cultural, a los actores que participan el él y a las necesidades y deseos de la población. Porque puedes plantear una propuesta cultural que no interese a nadie o que, por ejemplo, esté en contra de la tradición de ese lugar. Creo que, al trabajar toresanos, los problemas que pueden surgir en un proyecto de gestión cultural están salvados porque nosotros conocemos nuestra ciudad, hemos llevado su nombre cada vez que salimos fuera. Yo traigo aquí la experiencia que he tenido en otros lugares, en otros países y en otras ciudades y la pongo a disposición de lo que se pueda realizar aquí.