Eduardo Garzón Espinosa ha defendido en una conferencia impartida en Toro que es posible alcanzar el pleno empleo. El joven economista explicó en su ponencia, organizada por ProCulto, que el Estado puede generar puestos de trabajo directos para atender necesidades sociales, de ocio o relacionadas con el cuidado del medio ambiente.

-Tomando como referencia los últimos datos del paro de la EPA que revelan que casi 5,5 millones de personas en España están en paro, ¿hablar de pleno empleo no es una utopía?

-Parece una utopía, pero no lo es. Estamos acostumbrados a interpretar que la única generación de empleo es posible a través del mecanismo que impulsa el sector privado. Es decir, hoy tenemos a 5,5 millones de desempleados en España, pero no se ponen a trabajar porque no es rentable para el sector privado. Sin embargo, el sector público no tiene la limitación de que una actividad sea necesariamente rentable, en términos económicos, pero no en términos sociales o ecológicos.

-¿Cómo se puede generar empleo en el sector público?

-Existe una nueva posibilidad de crear puestos de trabajo directamente financiados por el Estado aunque sean gestionados por los Ayuntamientos y, a la vez, participativos, de forma que sean los vecinos los que decidan cuáles son sus necesidades. A partir de ahí se pueden diseñar una serie de puestos de trabajo y me estoy refiriendo a tareas necesarias e imprescindibles porque, a día de hoy, que no haya empleo no quiere decir que no haya trabajo.

-¿Qué necesidades sociales precisan ser atendidas?

-Necesitamos personas para el cuidado de los niños, de los ancianos o de los dependientes, pero también necesitamos rehabilitar las infraestructuras urbanas, las fachadas o edificios para que sean más eficientes energéticamente. Necesitamos también gente para el cuidado de la fauna y de la flora o para la reforestación de bosques y mejora de espacios verdes. Necesitamos también servicios de reutilización de materiales para cuidar nuestro medio ambiente e incluso necesitamos representaciones teatrales, artísticas o deportivas, actividades que nos permiten a todos vivir mejor y satisfacen una necesidad social.

-En un municipio como Toro con un gran patrimonio artístico, espacios verdes o una población envejecida, ¿es posible aplicar estas medidas?

-Perfectamente. Por ejemplo, al pasear por la ciudad he visto que hay una serie de fachadas que están un poco deterioradas. Hay mucho trabajo que hacer, no solo en Toro sino en cualquier otra ciudad centrado, por ejemplo, en el cuidado de personas mayores pero dignificando y remunerando ese trabajo. Así, al mismo tiempo que estás sacando a gente de situaciones económicas complicadas estás satisfaciendo una serie de necesidades sociales como el cuidado de enfermos y ancianos. Además, se generan unos beneficios económicos porque la remuneración que la gente recibe por su trabajo va a redundar en un mayor consumo o en mayores beneficios empresariales.

-¿Estas medidas pueden contribuir a frenar el desempleo juvenil?

-Este tipo de medidas está destinado a actividades que, en su mayoría, requieren una baja o media cualificación. No obstante, este plan debe ir acompañado de otra serie de medidas más profundas como cambiar el modelo productivo de nuestro país, no depender tanto de los bancos e incluso nacionalizar las grandes empresas estratégicas.

-Recientemente el Círculo de Empresarios ha afirmado que para reducir la tasa de desempleo es necesario luchar contra la economía sumergida, ¿comparte esta opinión?

-Esta propuesta la han realizado unos empresarios que están un poco lejos de la realidad social que se vive hoy en día. Realmente si personas en paro acuden a un trabajo fuera de los cauces legales es porque no le queda más remedio y porque si tuvieran que pagar impuestos no le sería rentable esa actividad. Con la propuesta sobre empleo garantizado que he expuesto en Toro, aflora la economía sumergida porque sería el Estado el que garantizaría un puesto de trabajo a todas aquellas personas que están dispuestas a trabajar.