El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, abrió en la tarde del viernes oficialmente el año teresiano en Toro con una misa en el convento de las carmelitas descalzas.

En una eucaristía solemne, el obispo de Zamora quiso conmemorar el V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.

En su homilía, el obispo elogió la figura de la santa abulense, pidiendo que se tuviera en cuenta su principio fundamental de "sólo Dios basta", pilar fundamental del mensaje del año teresiano.

También quiso hacer suyo el sentir de la Santa cuando dice "en tiempos recios hace falta amigos fuertes de Dios". Martínez Sacristán instó a los asistentes a "poner a Dios en el centro de nuestra existencia en estos momentos difíciles de huida de la realidad profunda".

"Hay que manifestar a Dios, tener sentimiento, alabarlo y bendecir su nombre", afirmó el obispo, que también advirtió que "cuanto más nos alejemos de Dios, más nos perdemos como hombres". "El año jubilar es un año de penitencia y perdón, no de algarabía, excepto en Ávila", recalcó.

Por último, quiso elogiar la figura de las hermanas carmelitas, destacando que "el mundo necesita a las mujeres que han respondido al señor en el camino de perfección marcado por la santa, sed fieles".