Un extrabajador de la fábrica en Toro de Azucarera ha planteado su intención de adherirse a la querella contra la compañía por presuntos delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad de los trabajadores, que hace casi tres años nueve personas, a las que posteriormente se sumaron más, interpusieron en el juzgado, por la supuesta relación entre las enfermedades que padecen y el fallecimiento de sus familiares como consecuencia de la exposición continuada al amianto. Con la adhesión a la querella de este ex empleado de la factoría son ya 16 personas las que han acudido a la vía judicial y, según confirmaron los abogados de la acusación, para que se pueda incorporar es preciso que remita toda la documentación médica de la que dispone, con la que trataría de demostrar que la enfermedad que padece guarda una relación directa con la exposición al amianto.

Por el momento, los abogados siguen pendientes de la conclusión de las diligencias solicitadas por el fiscal y una vez que éstas concluyan y que se admita a trámite la adhesión del nuevo querellante, tienen previsto solicitar el juez que cierre la instrucción del caso y que fije la fecha de celebración del juicio oral. Aunque en un principio fueron nueve las personas que acudieron al juzgado de Toro, meses después otras seis personas decidieron sumarse posteriormente a la querella contra Azucarera y, en los últimos días, un ex trabajador ha comunicado a los abogados su intención de adherirse. En sede judicial ya han prestado declaración, en calidad de imputados, varios consejeros delegados de la compañía y un responsable de seguridad e higiene en el trabajo.

De la misma forma, ya han comparecido ante el juez varios de los querellantes y otros testigos, ex trabajadores de la compañía Azucarera fundamentalmente, que con sus testimonios han tratado de arrojar más luz sobre la presunta relación entre el amianto y las enfermedades que padecen o el fallecimiento de familiares.

Además, en la instrucción se han practicado otras diligencias previas como la recogida de muestras sólidas en las instalaciones de la fábrica toresana o el reconocimiento médico realizado por el forense. Una vez concluidas estas diligencias, la acusación particular tiene previsto solicitar en breve la apertura del juicio oral.