San Martín de Tours está de enhorabuena. Sus amigos, los de la capa, le recordaron ayer por las calles de Toro en una jornada festiva que llevó esta prenda tan popular por todos los rincones de la ciudad de Doña Elvira. Casi doscientas personas llegadas desde diferentes puntos de la geografía regional participaron en este encuentro de asociaciones de Amigos de la Capa y disfrutaron de las actividades organizadas por la homónima que opera en la localidad.

El encuentro comenzó con un recibimiento con ágape en el Teatro Latorre de la ciudad, donde además pudieron disfrutar de un recital de música ofrecido por el grupo «La Rondalla». Desde ahí, sin tener que caminar en exceso, la comitiva se trasladó hasta la Plaza de Toros para realizar una visita a este templo decimonónico que dejó más de una boca abierta. Tras ello y para conmemorar fielmente a su patrón, acudieron a la Colegiata de Santa María, donde se realizó la misa.

El presidente de la Asociación Amigos de la Capa de Toro, Santos Misol de la Iglesia, explicó el porqué de esta fecha. «La conmemoración de nuestro santo, San Martín de Tours, se celebra en noviembre, pero en esas fechas el tiempo no acompaña tanto y además tenemos la Navidad encima, por lo que decidimos trasladarlo a estos meses».

Una vez terminada la misa, el grueso de la expedición formada por las asociaciones de Aranda de Duero, Astorga, El Espinar, León, Salamanca, Segovia, Soria, Villalpando y Toro se desplazó al Hotel María de Molina para la tradicional comida de hermandad.

Para finalizar, la organización preparó una entrega de obsequios a las diferentes asociaciones y los más animosos pudieron disfrutar de un baile en una discoteca, desde la cual cada grupo se trasladó de nuevo a su lugar de origen.

Para el presidente local, Santos Misol, esta cita supone «una gran jornada de fiesta» y de convivencia. «Hemos procurado esta vez organizar una buena agenda, como el concierto de «La Rondalla» que ha sido muy del agrado de quienes no la conocían», explicaba. Y es que la capa es una prenda que luce mucho, pero si además está acompañada de una gran visita cultural y festiva, vestirla se convierte en ineludible.