Para Cañibano una de las claves del éxito de Estancia Piedra es que la bodega permanece abierta todos los días y no pide a los visitantes que formalicen una reserva previa. Además, apuntó que la crisis económica ha contribuido a que cada vez más personas se decanten por emplear su tiempo de ocio en recorrer bodegas. Por otra parte, resaltó que los visitantes de Estancia Piedra se han convertido con el tiempo en «nuestros mejores publicistas y son ellos los que hablan de lo bonita que es la zona, de las instalaciones de la bodega y de la zona en la que estamos». En este punto, aseguró que la mayoría de visitantes nacionales, de forma especial los que proceden de Madrid, repiten experiencia y visitan de nuevo las instalaciones de la bodega en compañía de otros grupos de familiares y amigos. La clave, para Cañibano, es el trato personal que reciben estos visitantes que deciden repetir experiencia ya que «puedes tener unas instalaciones magníficas pero si el personal no responde, el recuerdo que se quedan los visitantes en ese». Por último, Cañibano espera que más bodegas, las administraciones y profesionales de otros sectores se impliquen en el proyecto de crear una ruta enológica en Toro, porque los turistas que eligen esta opción además de visitas bodegas «degustan tapas, comen en restaurantes, se alojan en hoteles y hacen compras», de ahí que el turismo enológico puede llegar a convertirse en un pilar fundamental para la economía de la comarca.