Tres personas, miembros de una misma familia, resultaron heridas ayer en un accidente sucedido en el kilómetro 431 de la autovía A-11, a unos cinco kilómetros de la ciudad de Toro en sentido Zamora, en el viaducto existente sobre el arroyo Adalia. Poco antes de las 7.30 horas de la mañana varias llamadas atendidas en el Servicio de Emergencias Castilla y León 112 alertaban de la salida de vía de un turismo. Este vehículo había colisionado contra la barrera del viaducto, lo que provocó lesiones a tres de las cinco personas que viajaban en el turismo, e incluso una de ellas, el conductor, quedó atrapada en el interior del vehículo, aunque consciente, lo que hizo necesario dar aviso a los Bomberos del parque de Toro, que desplazaron tres dotaciones hasta el lugar en el que se produjo el siniestro.

Los cinco ocupantes del vehículo, un Opel Vectra que presentaba matrícula suiza, pertenecían a una misma familia de origen portugués, que se dirigía hacia Portugal. Entre los viajeros se encontraba un niño de unos cinco años. Tres de los ocupantes resultaron heridos como consecuencia del choque del turismo contra la barrera del viaducto, por lo que, una vez que los Bomberos concluyeron las tareas de excarcelación del conductor, en el mismo lugar los facultativos del Sacyl procedieron a atenderlos, aunque finalmente debieron ser trasladados al Hospital Virgen de la Concha de la capital zamorana, traslado que se realizó en dos ambulancias del Sacyl, pese a que estaba preparado también un helicóptero, que finalmente no se necesitó para efectuar el traslado de los heridos.

Aunque todavía se desconocen las causas del accidente, parece que podría haberse debido a un despiste del conductor. Con todo, «afortunadamente no ha habido que lamentar ninguna víctima mortal», precisó el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Toro, Alejandro González.

Para colaborar en las tareas de rescate y asistencia a los accidentados, hasta el lugar se desplazaron, tras el aviso dado por la sala de operaciones del 112, una patrulla del equipo de atestados de la Guardia Civil de Tráfico de Zamora, tres dotaciones del parque de Bomberos de Toro y Emergencias Sanitarias del Sacyl, que envió una UVI móvil, una ambulancia de soporte vital básico y un equipo médico del Centro de Salud de Toro.

Ya el mismo día en el que se abrió este tramo de la autovía A-11, el dos de septiembre de 2005, y tan sólo dos horas después de su entrada en servicio, se produjo el primer accidente de tráfico, que, casualmente, también tuvo lugar en el viaducto del arroyo Adalia, aunque en este caso, a diferencia del producido ayer, el accidente resultó mortal, ya que en él fallecieron dos personas, un padre y su hijo.

El siniestro de hace siete años fue causado por una «velocidad elevadísima, entre 176 y 195 kilómetros por hora, y una colisión por alcance violentísima», y fue provocado por un hombre de 73 años que conducía un Audi A4.

Como consecuencia de este accidente perdieron la vida un hombre, que viajaba en un Fiat Bravo, y su hijo, que en aquel momento estrenaba una motocicleta. Además, un tercer conductor, que ocupaba un BMW, también sufrió lesiones al no poder esquivar el Audi, debido al denso humo que había provocado la colisión, lo que le restó visibilidad.