Tres son las líneas de vinos que ofrece la bodega Ramón Ramos, perteneciente la D.O. Toro y ubicada en la localidad zamorana de Venialbo, el tradicional Monte Toro (con caldos elaborados cien por cien con Tinta Toro), el Tardencuba (vinos reposados, para tomar con tranquilidad, macerados en roble francés) y el Condesa de Ramos (modernos, para degustar un trago con los amigos y de sensaciones diferentes). A la gran variedad de tintos se unen los sensacionales y aún no bien ponderados verdejos y malvasías, a los que también hay que añadir los rosados, idóneos para esta época estival, pues en su punto idóneo de temperatura suponen un oasis en este caluroso verano.

La zamorana bodega Ramón Ramos tiene en la actualidad en el mercado tres gamas de vino: Monte Toro, Tardencuba y Condeda de Ramos. Cada una de ellas presentan unas características bien definidas y la trilogía forma un conjunto indivisible que cubre todas las necesidades de los consumidores.

Monte Toro, el buque insignia de la familia Ramón Ramos, es la marca que más variedades oferta. Sus tintos, elaborados cien por cien con Tinta de Toro, comprenden los jóvenes, roble, crianza, reserva y reserva de la familia. Este último no sale al mercado todos los años, pues sólo se reservan aquellos caldos calificados como excelentes, y se ponen a la venta diez años después de su elaboración. Este vino solamente se puede adquirir en la bodega y tiene un precio en torno a los 30 euros por botella.

El Monte Toro es un vino que se puede consumir perfectamente en compañía de amigos o en grandes celebraciones, solamente hay que elegir la variedad idónea para cada momento. Esta gama, además de haber conquistado a los zamoranos, se está abriendo paso en el selecto y cada vez más competitivo mercado nacional, además de contar con buena aceptación en los mercados internacionales que lo han probado.

El éxito de este vino radica en el perfecto ensamblaje con el roble americano y el sabor a frutas, además de ser de intenso y largo trago.

Tardencuba nació para ser un vino más refinado, más reposado, para tomar con tranquilidad y, a ser posible, en compañía de buenos amigos. Bajo este epígrafe los amigos de bodega Ramón Ramos pueden adquirir los tintos de roble francés, crianza y de autor, los blancos fermentados en barrica y los verdejos de la D.O. Rueda.

Esta segunda gama, como se ve, son caldos cien por cien Tinta de Toro de uva seleccionada de viejos viñedos. El vino, antes de llegar al comensal, ha dormido en las profundidades de nuestra bodega subterránea, sobre delicadas camas de roble francés para posteriormente reposar en botella antes de salir al mercado para ser degustada por los más exigentes paladares.

Condesa de Ramos es la tercera gama de vinos que elabora la bodega Ramón Ramos, de Venialbo. Tres son los caldos que se pueden adquirir y degustar bajo este epígrafe: joven, roble y crianza. Se trata de un vino fresco, elaborado con Tinta de Toro y Garnacha, lo que le confiere unos sabores jóvenes y muy peculiares, muy acorde con los tiempos actuales y perfectamente demandado por las nuevas generaciones que siguen considerando que el tinto de Toro continúa siendo un caballo a media doma.

Como se ve, las tres gamas abarcan los gustos que la sociedad demanda en la actualidad, el clásico Monte Toro, para quienes nos descubrieron hace ya muchos años, para los que cada día nos redescubren y para los que se han incorporado recientemente. Tardencuba, una marca en alza para quienes consideran que cada momento tiene su pausa y un porqué y para los que no buscan ninguna razón importante para compartir con los buenos amigos un vino especial. Y Condesa de Ramos, el más fresco y sugerente, el benjamín de la familia capaz de seducir a quienes buscan en el vino de Toro sensaciones nuevas, modernas y romper con los clásicos sin perder el rumbo por lo bien hecho.

El fresco de este verano se llama Monte Toro Malvasía. Bien frío, es el trago ideal para compartir con los amigos antes del almuerzo, cuando se hace vida social típica española. Acompañado de una brocheta de langostinos o de una tapa fría es el complemento ideal para abrir el apetito.

La uva es recolectada y seleccionada cuando tiene un grado de maduración óptimo. El mosto se consigue por estrujado y tras una ligera maceración en frío con posterior descubado el mosto flor fermenta en limpio. Tras un control riguroso se consigue un vino que al golpear sobre la copa semeja los dorados y amplios campos de trigo castellanos mecidos por el viento. En cuanto al color, es amarillo oro pálido. Resaltan las tonalidades pajizas con destellos que denotan su limpidez y brillo.

En nariz tiene aromas varietales y frutales muy persistentes, manzana madura, cítricos, pera. Mientras, en boca es intenso, fresco, de postgusto largo, con un ligero dulzor final.

Este Malvasía encierra en una sola botella todo el sabor de los campos castellanos a principios de verano, cuando las mieses están listas para su recolección. Es ideal, en esta época, para compartir con los amigos antes del almuerzo, para acompañar a las variadas y suculentas tapas que ofrece la cocina zamorana en bares y restaurantes y para maridar con los muchos platos frescos de verano.