El grupo municipal socialista ha asegurado que el plan de ajuste que deberá aprobar el Ayuntamiento para poder acceder a las ayudas del Gobierno destinadas al pago a proveedores, implicará recortes en todas las áreas municipales e «hipotecará a los toresanos para los próximos doce años». Tras conocer que la deuda contraída con proveedores asciende a 2,9 millones de euros, el PSOE confía en que el pago de obligaciones pendientes «no sirva como disculpa para subir todos los impuestos y las tasas», a la vez que remarcó que «la culpa de este desastre no es de los toresanos sino del equipo de Gobierno».

A juicio de los socialistas «urge gobernar con responsabilidad» y consideran imprescindible elaborar un plan de contención del gasto «que sea realista y que garantice unos servicios municipales de calidad». Por otra parte, el grupo socialista destacó que la deuda que, en los próximos días, podría pagarse a los acreedores «no desaparecerá», sino que cambiará de titulares, ya que «ahora son los autónomos y empresas y después serán los bancos».

Para el PSOE, la consecuencia es que aumentará la deuda con los bancos a los que «si ahora ya les adeudan seis millones de euros, la deuda pasará a cerca de nueve millones de euros». A juicio de la oposición, «Toro está hipotecado para muchos años» ya que, como recordó, los datos del último presupuesto general aprobado, que se corresponde con el pasado ejercicio, cuantificaba unos gastos de 7.044.000 euros y unos ingresos de 8.242.000 euros. En base a estos datos, el PSOE afirmó que «la deuda total supera con creces el importe anual de ingresos» y que la deuda por habitante supera ya los 1.000 euros, situación que «se llama quiebra o bancarrota».

Por otra parte, el grupo socialista aseguró que el Ayuntamiento carece de capacidad para financiar gastos y corrientes, a lo que hay que sumar el «evidente deterioro de los servicios municipales». Por último, aconsejó a los acreedores que se acerquen al Ayuntamiento para comprobar que sus facturas están incluidas en la relación elaborada por los servicios técnicos municipales, con el fin de «evitar sorpresas desagradables».