Al margen de la convocatoria de esta junta de acreedores, fuentes sindicales confirmaron ayer que la situación de Pevafersa no ha mejorado en los últimos meses y que, en la actualidad, un elevado número de trabajadores han sido incluidos en el último expediente de regulación de empleo, de carácter suspensivo, presentado por la fotovoltaica y que fue aprobado por un año. En este punto, estas mismas fuentes, señalaron que, en la actualidad, la fábrica de células se encuentra parada, mientras que en la de módulos, en los últimos días se ha reducido notablemente el número de trabajadores por la escasez de pedidos.

Dentro de esta regulación de empleo también han sido incluidos algunos empleados encargados de transportar el material, al igual que la práctica totalidad de los trabajadores del área de mantenimiento, excepto uno que ha pasado a formar parte de la plantilla de Obratel, empresa a la que Pevafersa pretende ceder este departamento, enajenación condicionada a la autorización de los clientes propietarios de huertos solares. No descartan los sindicatos que, en breve, todos los trabajadores de la empresa, si no aumentan los pedidos, pudieran ser incluidos en este expediente de regulación de empleo porque, en los últimos meses, «se ha ido desmantelando la empresa». Esta situación ha generado la lógica inquietud de los trabajadores que se mantienen en la plantilla por el futuro incierto de la industria fotovoltaica toresana.