La Junta Agropecuaria Local, las organizaciones agrarias y las comunidades de regantes de la zona denunciaron ayer el aumento de los robos en explotaciones agrarias de Toro y reclamaron a las Administraciones que intensifiquen la vigilancia y que ejerzan un mayor control sobre el destino del material sustraído. El presidente del órgano agropecuario local, Bernardo Caballero, destacó que los autores de estos robos sustraen distintos tipos de bienes como gasoil, cobre, acero, chatarra, aspersores, herramientas, tubos o tractores, además de ocasionar importantes daños en naves o en los equipos de riego. Solamente en la última semana, como apuntó, «ha habido días de robos en hasta diez o doce explotaciones» y, al margen del valor de lo sustraído, los propietarios de las naves tienen que hacer frente a cuantiosas pérdidas ya que deben reponer el material. Destacó Caballero que los autores de estos hurtos, que suelen operar en grupos de dos o tres personas y que cargan el material en una furgoneta, han cambiado el «modus operandi». Así, como explicó, hasta ahora actuaban por la noche pero, en la actualidad, acceden a las explotaciones «a mediodía o a cualquier hora de la tarde», lo que provoca situaciones de peligro ya que, en algunos casos, se han encontrado con los propietarios de las naves. Aunque esta problemática ya ha sido trasladada al alcalde de Toro, Jesús Sedano, la Junta Agropecuaria, las organizaciones agrarias y las comunidades de regantes, tienen previsto solicitar una reunión con la subdelegada del Gobierno, Clara San Damián, con la que estudiarán la adopción de medidas para tratar de erradicar la oleada de robos.

En esta reunión, como anunció Caballero, se solicitará a la Subdelegación del Gobierno que estudie la posibilidad de ejercer un mayor control sobre el destino del material robado ya que «si se controlara a quien lo compra, no tendríamos este problema». Para intentar evitar estos robos, Caballero recordó que la Junta Agropecuaria Local contrató los servicios de un guarda de campo que, a todas luces, es insuficiente para vigilar el término municipal de Toro que ocupa una extensión que supera las 30.000 hectáreas. En este punto, recalcó que «somos conscientes de que la Guardia Civil hace lo que puede», aunque planteó la posibilidad de que la vigilancia se realice «en las horas en las que no estamos los propietarios o cuando normalmente se producen los robos». Del mismo modo, solicitó la colaboración de los afectados para que alerten sobre la presencia de desconocidos o de vehículos «extraños» en las inmediaciones de sus propiedades. Por otra parte, el presidente del órgano agropecuario realizó un llamamiento a todos los afectados para que presenten la correspondiente denuncia, aunque también pidió a los agricultores que «no se enfrenten» a los autores de estos robos porque «se producen situaciones muy violentas». Por último, Caballero solicitó que la Administración competente estudie la posibilidad de cambiar la Ley ya que «no puede ser que se cometan hurtos y aquí no pase nada», en referencia a que algunas de las personas que han sido detenidas «entran por una puerta y salen por la otra».

A la denuncia pública realizada por los agricultores toresanos se refirió ayer la Subdelegada del Gobierno, Clara San Damián, quien aseguró que recientemente ha mantenido una reunión con responsables de Asaja en la que «me trasladaron las inquietudes que tienen por la zona de Toro, por los robos que se están desarrollando». Esta situación ha sido trasladada a la Guardia Civil que «está trabajando» para evitar nuevos robos y «somos conscientes de la problemática». Asimismo, San Damián reconoció que, por el momento, se desconoce «quién está detrás» de estos hurtos en explotaciones agrícolas. En la misma línea, el portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Juan Antonio Delgado Ramos, reconoció ayer que, por la crisis económica, se ha detectado un aumento de robos en el campo, no solo de herramientas, cobre o gasoil, sino también de productos como lechugas o tomates.