El Juzgado de lo Mercantil de Zamora ha rechazado una propuesta planteada por Pevafersa, que pretendía trasladar a otra empresa del sector de las energías renovables, el área de mantenimiento. La fotovoltaica toresana había alcanzado además un principio de acuerdo para que la compañía incorporara a su plantilla a los 27 empleados que, en la actualidad, forman parte del departamento de mantenimiento de las instalaciones y de los huertos solares.

Según confirmaron ayer fuentes consultadas por este diario, el auto judicial ha decidido desestimar esta propuesta que hace semanas había sido comunicada a los trabajadores y a los clientes de Pevafersa y que, en principio, habían manifestado su conformidad con la operación. De hecho, los 27 trabajadores afectados no presentaron alegaciones durante el procedimiento judicial para que Pevafersa pudiera transferir el área de mantenimiento a otra compañía, tras considerar que podía ser una «salida» ante el futuro incierto de la fotovoltaica toresana, inmersa en un concurso voluntario de acreedores.

Sin embargo y, según confirmaron fuentes próximas a la empresa, el juez ha decidido rechazar, por el momento, esta propuesta a la espera de establecer una ronda de contactos con los clientes de Pevafersa que pudieran verse afectados por esta operación y constatar su conformidad.

Ante la decisión adoptada por el Juzgado, algunos de los trabajadores del área de mantenimiento pasarán a formar parte del listado de empleados afectados por el último expediente de regulación de empleo (ERE), de carácter suspensivo, que se prolongará durante un año y que, recientemente, aceptaron tanto los miembros del comité de empresa como los representantes de los sindicatos. Tras conocer el auto emitido por el Juzgado de lo Mercantil, fuentes próximas a la empresa manifestaron su «incredulidad» ya que, a su juicio, este traspaso era una operación «viable» y para los empleados de este departamento «era una posibilidad de seguir trabajando», ya que la compañía con la que se había alcanzado un principio de acuerdo se había comprometido, en un principio, a incorporarles a su plantilla. Estas mismas fuentes señalaron que no esperaban que el Juzgado rechazara la operación ya que todas las partes implicadas, incluidos los clientes de Pevafersa, han respaldado el traspaso, tras ser informados por la dirección en distintas reuniones mantenidas en las últimas semanas.

La consecuencia inmediata de la resolución judicial es que algunos de los empleados del área de mantenimiento serán incluidos en el último expediente de regulación de empleo y podrían permanecer un año apartados de la fotovoltaica toresana cuando, según ha podido saber este diario, si fueran transferidos se subrogarían los derechos que han adquirido durante los años que han trabajado para Pevafersa. La decisión adoptada por el juez ha generado la lógica preocupación entre los trabajadores afectados ya que, según fuentes consultadas, esperaban con ilusión el traspaso que garantizaría la continuidad de sus empleos.

Con decisiones como la adoptada ahora por el Juzgado, según fuentes consultadas, «se está dejando morir la empresa» y, en el caso de los trabajadores de mantenimiento, «no hay material y se están acabando los medios y el dinero para pagar las nóminas, a pesar de que altos directivos siguen percibiendo elevados sueldos». La compañía fotovoltaica toresana trasladó al Juzgado de lo Mercantil la propuesta de transferir el departamento de mantenimiento tras considerar que no era un «área estratégica» de la empresa. De hecho, por indicación de los administradores concursales, en los últimos meses Pevafersa ha dirigido todos sus esfuerzos a la fabricación para mantener su actividad. El último auto judicial ha supuesto un nuevo revés para los trabajadores que están «cansados» por la situación ya que «no podemos vivir así, con cinco ERES seguidos ya que la gente tiene que pagar sus hipotecas».