Con motivo de la celebración del 25 aniversario del reconocimiento de la Denominación de Origen del Vino de Toro, el Consejo Regulador ha decidido convocar un concurso nacional de ideas para la elaboración de nuevas «tirillas» o contraetiquetas conmemorativas. Este concurso es una de las actividades programadas por órgano vinícola para celebrar que, el 29 de mayo de 1987, se aprobó definitivamente la constitución de la Denominación de Origen Toro, que reconoce singularidades propias de la zona, como sus viñedos y sus vinos. La primera de las actividades organizada por el Consejo Regulador para esta conmemoración es un concurso de diseño de las contraetiquetas, para los distintos tipos de vino amparados por el marchamo de calidad.

En este concurso, de ámbito nacional, podrán participar de forma gratuita y voluntaria, profesionales y estudiantes de diseño, bellas artes y arte gráfico, así como agencias de publicidad que podrán presentar sus propuestas, tanto a través de correo ordinario o en formato digital. El plazo para presentar las obras, que deberán acompañarse de los datos personales de los autores, finaliza el 30 de abril. Entre todos los trabajos recibidos, las cinco personas que conformarán el jurado realizarán una preselección de los 15 mejores. Posteriormente, se celebrará un acto público en el que se hará entrega del premio, dotado con 3.000 euros, y se presentará el diseño galardonado en este concurso de diseño. Responsables del Consejo Regulador adelantaron que, para seleccionar la obra ganadora, el jurado valorará la propuesta que mejor combine la filosofía de la identidad del vino de Toro con la originalidad del diseño de las distintas contraetiquetas. Además, destacaron que los trabajos presentados deberán seguir «unas pautas» basadas en que el vino de Toro es la combinación de herencia, creatividad y dinamismo. En cuanto a la herencia, precisaron que «implica respetar la tradición, el reflejo de la historia con los 2.000 años de tradición en el cultivo de la vid, los «cinco siglos de tradición enológica de prestigio» o la ratificación ministerial de la Denominación de Origen Toro, con la publicación de su reglamento en el año 1987.

Por otra parte, responsables del órgano vinícola resaltaron que la creatividad de las etiquetas deberá reconocer la apuesta de la Denominación de Origen Toro por la innovación, asociada a la lógica evolución de la demanda de los consumidores, así como la capacidad para adaptarse a los cambios y la calidad de los caldos toresanos. Sobre el dinamismo, remarcaron que la nueva contraetiqueta debe reflejar que Toro es una «marca emblemática en el mundo internacional del vino». Asimismo, los trabajos deberán incluir información relativa a la categoría de vino, el escudo de la Denominación de Origen Toro, el nombre de la mención geográfica, un código QR o la numeración de expedición de la contraetiqueta. Los interesados en participar en este certamen pueden consultar las bases en la web del Consejo Regulador.